El presidente Hugo Chávez encabezó el sábado un acto de entrega a Venezuela de los primeros seis aviones de fabricación china K-8 que adquirió su gobierno ante un embargo a la venta de equipos militares por parte de Estados Unidos.

El mandatario planteó que la compra “aspira llegar a 40 aviones K-8. Esta es la primera oleada nada más”.

Chávez había anunciado en septiembre del 2009 que las aeronaves chinas serán utilizadas para el entrenamiento de pilotos.

Al defender las compras de armas, Chávez expresó que en los últimos años debió recurrir a Beijing y Moscú para desarticular “el plan que tenía el imperio yanqui para desarmar a Venezuela”, según él como parte de un plan para apoderarse de los inmensos recursos energéticos del país.

“Nosotros estas armas las tenemos, estos hombres adiestrados, moralizados, sólo para defender nuestra patria”, indicó Chávez en una base aérea militar en Barquisimeto, a unos 280 kilómetros al oeste de Caracas.

“No tenemos planes de agresión contra nadie, pero estamos obligados a capacitarnos al máximo para defendernos de cualquier amenaza externa o interna, enfatizó. “Nadie podrá con la revolución bolivariana”, como llama su proyecto político que busca consolidar el modelo de un Estado socialista en Venezuela.

El gobernante ha dicho que Venezuela decidió considerar la compra de los aviones chinos luego que Estados Unidos vetó la compra de un lote de Tucanos a Brasil.

También adquirió hace casi cuatro años al menos una decena radares JYL-1 chinos.

Venezuela, afectada por un embargo a la venta de equipos militares por parte de Estados Unidos, se ha quejado de que Washington no le ha suministrado los repuestos para los aviones F16, entre otros equipos bélicos que compraron las autoridades venezolanas en décadas pasadas.

Washington también negó en el 2005 el permiso a la compañía española EADS-CASA para vender a Venezuela diez aviones de transporte C-295 y dos aviones de vigilancia marítima CN-235, que tienen partes estadounidenses.

A partir del 2004 el gobierno de Chávez inició varias de compras de armamentos que implicaron la adquisición de 100.000 fusiles Kalashnikov AK 103, 53 helicópteros y 24 aviones Sukhoi de factura rusa.

Los K-8 son fabricados por la empresa aeronáutica Hongdu Aviation que los describe como monoplanos con un único motor, dos entradas de aire laterales que son aptos para usar en entrenamientos, vuelos nocturnos, formaciones, acrobacias, entre otros.

Las autoridades venezolanas han dicho que no descartan una posterior adquisición del avión L15, un modelo avanzado de entrenamiento también de manufactura china.