La reposición cobija a un total de 15 mil 790 equipos entregados a través de este programa del Gobierno Nacional entre el 2001 y el 2006, y que tienen estándares inferiores al procesador Pentium. Computadores para Educar cambia de imagen y estrena el slogan “Un camino hacia el conocimiento”.

Esta medida beneficiará a 3 mil 640 sedes educativas de 830 municipios del país, cuyos computadores fueron entregados en el periodo mencionado y que en la actualidad registran un estándar inferior al procesador Pentium.

Esta es la nueva imagen corporativa del programa Computadores para Educar, que bajo el slogan “Un camino hacia el conocimiento”, emprende un nuevo rumbo en la reducción de la brecha digital en Colombia. El primer paso es la reposición de 15 mil 790 equipos que han sido entregados entre el 2001 y el 2006 a entidades educativas, y que en la actualidad registran estándares inferiores al procesador Pentium. Foto: Ministerio de Educación

El anuncio lo hizo la Directora Ejecutiva de Computadores para Educar, Martha Castellanos, al presentar de manera oficial la nueva imagen corporativa del programa, en la que se destacan los niños como centro de trabajo, y en general el ser humano como propósito fundamental.

Según la funcionaria, dicho cambio de imagen obedece a las nuevas metas y áreas de trabajo que ha venido desarrollando Computadores para Educar, como un programa de “reciclaje tecnológico” que genera beneficios ambientales, económicos y educativos, a partir de la donación de computadores.

Con la renovada imagen corporativa, y ahora bajo el slogan “Un camino hacia el conocimiento”, Computadores para Educar emprende un nuevo rumbo en la reducción de la brecha digital en Colombia y especialmente en la reducción nociva del impacto ambiental.

La Ministra de Comunicaciones, María del Rosario Guerra, destacó que los 100 mil equipos entregados por Computadores para Educar, le han ahorrado al país cerca de 23 mil millones de pesos, de acuerdo con un estudio de impacto socioeconómico realizado por la firma Econometría.

Explicó que la cifra se deduce de analizar los modelos de producción actuales, el acompañamiento educativo y las alternativas de mantenimiento, de dónde se estima un beneficio social de 2.42 pesos por cada peso invertido.