Llegó el día de la clasificación. Este domingo en Envigado Millonarios jugará el partido más importante del semestre. Con un triunfo sobre el cuadro naranja, los dirigidos por Bonner Mosquera asegurarán su presencia en los cuadrangulares semifinales de mitad de año.
Cuando se conoció el fixture de la Copa Mustang I, muchos seguidores de Millonarios manifestaron: “¡ahhh!, terminamos en Envigado. Ojalá lleguemos a ese partido clasificados, porque si no…”.
Y es que en la mente de los hinchas azules aún está fresco el triste recuerdo de aquel 24 de octubre de 2001, cuando el conjunto naranja le propinó al cuadro embajador -que dirigía Diego Umaña- un humillante 6-3, resultado que a la postre se ha convertido en una de las tres derrotas más vergonzosas en la historia del club, junto al 7-3 ante Santa Fe (1992) y el 6-1 frente al Deportes Quindío (2007).
Pues bien, este domingo en el Parque Estadio el trece veces campeón quiere dejar atrás esos fantasmas y buscará un triunfo que le permita asegurar un cupo en la siguiente fase del torneo colombiano. Los dirigidos por Bonner Mosquera saben que dependen de su propia suerte y por eso durante esta semana se han preparado futbolística y mentalmente para el crucial compromiso de mañana.
Las dos victorias consecutivas (Once Caldas y Bucaramanga) se han convertido en un aliciente para encarar el duelo ante la escuadra que orienta Jesús Barrios. El equipo está motivado por el repunte en las últimas jornadas y confía ciegamente en la clasificación a los cuadrangulares semifinales de mitad de año.
Es cierto que, dependiendo de algunos resultados, el empate podría favorecer a Millos, pero los jugadores y el cuerpo técnico han manifestado reiteradamente que, desde el pitazo inicial, saldrán por los tres puntos para estar tranquilos y evitarse dolores de cabeza.
Tomado de Diario Deportivo