El Sistema Integrado de Transporte Público en Bogotá, sinónimo de productividad, calidad de vida y de generación de empleo formal, que iniciará su operación gradual en mayo de 2011 implementará exámenes físicos y sicológicos a los conductores que operen los buses en Bogotá.
Así quedó contemplado en el SITP, proyecto del Distrito que busca darle un giro de 180 grados a la forma caótica en la que operan hoy casi 17.000 buses, busetas y colectivos en las calles de la ciudad.
Con estas pruebas se busca que las personas que estén al frente del volante tengan la idoneidad para ejercer esta labor, así lo expresó el gerente del SITP, Javier Hernández.
“Los operadores responsables de la contratación, deben realizar en su equipo de conductores exámenes de índole físico y sicológico, esto le garantizará al usuario que quien guía el vehículo, está apto para hacerlo”. Manifestó el funcionario.
Para Hernández el usuario va a ser la razón de ser del Sistema Integrado de Transporte Público. “Actualmente, ninguna de las 66 empresas de transporte les exige algún requisito a los 16.000 conductores de buses. Estaremos monitoreando temas asociados a la accidentalidad y a factores de riesgo para implementar las medidas necesarias”.
Dentros de las pruebas que se realizarán a los conductores estarán:
Exámenes de vición, audición, capacidad de reflejos, capacidad de trabajo bajo presión y chequeos que incluirán exámenes completos para evaluar el estado de salud de los conductores. Estas pruebas serán requisito obligatorio para poder conducir un vehículo de servicio público en la capital. Además de ello se evaluará sobre el conocimiento de las normas de tránsito.
Son 13 los concesionarios que serán seleccionados en los primeros días de octubre para manejar igual número de zonas de la ciudad. El nuevo sistema de transporte público ofrecerá a los usuarios buses modernos, limpios, con acceso a discapacitados y menos contaminantes.
El nuevo sistema empresarial será más eficiente y transparente, las empresas que prestarán el servicio ya no serán afiliadoras sino operadoras; es decir, deberán responder por el conjunto de la prestación del servicio.
Con La implantación del Sistema Integrado de Transporte Público, se generarán cambios en la infraestructura de la ciudad, en la flota de buses y en la salud y actitud de los conductores que tendrán garantizado su sueldo, acabando con la ‘guerra del centavo’ y partiendo en dos la historia de del transporte público de la ‘Bogotá Positiva’, donde ‘la movilidad la hacemos todos’.
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