Sobre una onerosa reestratificación económica que le costará a los usuarios de la energía unos 600 mil millones de pesos, alertó en la Comisión Quinta el senador Jorge Enrique Robledo (Polo Democrático).
El proyecto de ley 124, que acaba de presentar el ministro de Hacienda, se propone eliminarle a la industria la contribución que está obligada a pagar por la energía eléctrica y que asciende al año a 600 mil millones de pesos, suma que compensaría el Gobierno reestratificando la población, según denuncia del senador Robledo.
El legislador señaló que un buen porcentaje de usuarios serán subidos de estrato con el fin de aumentarles la contribución y, en todo caso, se les eliminará el subsidio.
El vocero de la bancada del Polo en el Senado aclaró que la característica el Gobierno actual es su “favoritismo plutocrático en beneficio de unos cuantos” y citó la propuesta hecha por la Andi en julio de 2009: eliminar la contribución del 20% al sector industrial “para atraer (y retener) inversiones de multinacionales”, particularmente las de la minería, concluyó.
Las tarifas del gas, otra tortura
Robledo comentó, a manera de ejemplo, que en Ipiales una pipa de gas de 33 libras cuesta 38.800 pesos, mientras que al otro lado de la frontera vale US1,90, es decir, 3.500 pesos. “Las dos cifras dan la diferencia entre el gas visto como un servicio ciudadano y el gas visto como negocio”.
Puso de presente además la gravísima pérdida patrimonial que sufrió la nación en el negocio de Chuchupa, el yacimiento de gas que debía revertir a la nación y que el gobierno de Álvaro Uribe decidió extenderle a la Chevron Texaco. El millón de BTU se le vendió a la trasnacional a US1,60 y hoy está costando US3,88. Y todo esto se traduce en ganancias para los inversionistas extranjeros y en sufrimiento para el pueblo, concluyó.
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