El Gobierno anunció una reforma al sistema arancelario, es decir, a los impuestos que se cobran por las importaciones de materias primas, bienes de capital y de consumo; para cerca de cuatro mil de las siete mil partidas que conforman el sistema.
La decisión consiste en reducción en los aranceles de materias primas y bienes de capital para que las empresas colombianas, en especial a las pequeñas y medianas industrias, con el fin de que accedan a insumos y equipos más baratos, que en la mayoría de los casos, no son elaborados en Colombia.
Por ejemplo, en el caso de harinas, alimentos procesados, azúcar y confitería gran parte de estos productos tienen aranceles de 20 por ciento. Al ser bienes de consumo se bajarían a 15 por ciento.
Y como se trata de una reforma arancelaria integral, las empresas colombianas de este sector, como los ingenios de azúcar, tienen beneficios, ya que se les reducen los aranceles de la maquinaria agrícola, plaguicidas, fertilizantes y la maquinaria para la industria azucarera.
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