Dos cabecillas de las llamadas autodefensas del Casanare aceptaron ante un fiscal de Derechos Humanos su responsabilidad en la masacre de 15 personas en el municipio de Labranzagrande, departamento de Boyacá.
Se trata de Josué Darío Orjuela Martínez y Alquimides Pérez Parra, quienes en sentencia anticipada admitieron ser coautores del múltiple crimen, ocurrido el primero de diciembre de 2001 en un paraje de la vereda Las Cintas de la citada localidad.
Las víctimas de la matanza iban a bordo de un bus intermunicipal, cuyo conductor fue obligado por un sujeto armado que viajaba como pasajero.
Inmediatamente, otros hombres que estaban ocultos a lado y lado de la carretera salieron y bajaron a los pasajeros y los obligaron a acostarse boca abajo en la via, para luego dispararles a quemarropa.
Los criminales solo dejaron con vida a dos niños y una mujer.
Por tales hechos, Orjuela Martínez, alias “Solín”, y Pérez Parra aceptaron cargos por homicidio agravado en concurso, y tentativa de homicidio agravado.