El gobierno del presidente Hugo Chávez deportaría a Colombia a cualquier miembro de las FARC que pueda estar en Venezuela porque ni “avalan ni apoyan” a ningún grupo al margen de la ley, aseguró el viernes el ministro del Interior venezolano, Tareck El Aissami.

El Aissami formuló sus declaraciones al concluir en esta ciudad colombiana una reunión con autoridades de Colombia sobre la lucha contra el tráfico de drogas.

“Sí, por supuesto”, respondió El Aissami al ser consultado si Caracas deportaría a Bogotá a algún alto miembro de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), como Iván Márquez, en caso de tener la certeza de la presencia y relación con el narcotráfico de algún jefe guerrillero que pudiera estar en Venezuela.

“Nosotros nunca hemos apoyado o apoyaremos a grupos al margen de la ley”, dijo el ministro venezolano. Venezuela “ni avala ni apoya ningún grupo al margen de la ley”, añadió en una conferencia de prensa conjunta con el ministro de Defensa de Colombia, Rodrigo Rivera.

La postura del ministro venezolano fue una señal más del reciente acomodo de Caracas en sus nuevas relaciones con Bogotá, que parece dejar atrás los tiempos en que Chávez pedía a fines del 2008 y el 2008 el reconocimiento de las FARC como un grupo político.

Tras más de un año sin ningún contacto entre sus respectivas autoridades antinarcóticos, los delegados de ambos países sostuvieron una reunión de más de seis horas en este balneario del Caribe colombiano y buscando reactivar su cooperación antidrogas.

La reunión fue acordada el 2 de noviembre durante una visita del mandatario colombiano Juan Manuel Santos a Chávez en Caracas.

Las relaciones bilaterales estuvieron “congeladas” por Chávez, molesto por quejas colombianas sobre su supuesta colaboración con grupos guerrilleros, incluyendo que algunos de los siete jefes de las FARC, como Iván Márquez, estaban en el vecino país, lo que Caracas siempre negó.

Gracias a gestiones de Argentina y Brasil, Chávez visitó Colombia el 10 de octubre, y junto con Santos anunció la reanudación de esas relaciones.

Al final del encuentro, el ministro colombiano Rivera aseguró que ambos lados trabajaron en la jornada en unas propuestas que someterán a la consideración de los presidentes para que las aprueben y firmen como un convenio de cooperación bilateral en un próximo encuentro, cuya fecha está por definir.

Entre esas propuestas están desde construir una plataforma de información para intercambiar datos sobre rutas de salida de tráfico de drogas, hasta del contrabando de precursores químicos usados en la fabricación de narcóticos, entre otros, dijo Rivera.

Pero además se incluyeron temas como intercambio de datos sobre secuestros y extorsión, añadió Rivera.

“Es un día de buenas noticias para nuestros pueblos y malas noticias para los criminales”, agregó.

A su turno, el titular venezolano dijo que el combate conjunto del narcotráfico era parte de una política de asumir las “responsabilidades compartidas” en ese flagelo.

“Colombia tiene una producción importante de droga en esta región. Venezuela es un país de tránsito que utilizan estas organizaciones delictivas, por lo tanto hay una responsabilidad, una responsabilidad compartida”, dijo El Aissami.

AP