Corea del Norte advirtió el jueves de una “guerra santa” contra el Sur utilizando sus medios de disuasión nuclear, mientras el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, prometió una “ofensiva sin piedad” si su territorio vuelve a ser atacado.
Ambos bandos endurecieron la retórica el día en que Corea del sur lanzó enormes ejercicios militares de mar y tierra, llevando a Pyongyang a denunciar a su vecino más rico como un país belicista.
“Para contrarrestar el camino intencional del enemigo de llevar la situación al borde de la guerra, nuestras fuerzas revolucionarias están haciendo preparaciones para comenzar una guerra santa en el momento que sea necesario, basado en un medio de disuasión nuclear”, dijo el ministro de Fuerzas Armadas, Kim Yong-chun, citado por la agencia de noticias norcoreana KCNA.
Corea del Norte suele amenazar con destruir al Sur y a su gran aliado, Estados Unidos, blandiendo amenazas nucleares, pese a que analistas declaran que no posee los medios para lanzar un artefacto nuclear.
Lee señaló en una visita a una base militar de unidades de avanzada que vigilan el territorio norcoreano que Seúl no abandonará su preparación para responder a cualquier agresión del Norte.
“Nosotros creíamos que la paciencia garantizaría la paz en esta tierra, pero ese no fue el caso”, dijo Lee, quien fue criticado anteriormente por lo que se percibió como debilidad ante los ataques norcoreanos, ante soldados.
Corea del Sur realizó un enorme ejercicio terrestre en la región de Pocheon, entre Seúl y la fuertemente armada zona desmilitarizada (DMZ, por su sigla en inglés) que separa a ambas Coreas.
También continuó con un ejercicio de la Armada con municiones reales a unos 100 kilómetros al sur de una frontera marítima con Corea del Norte.
El ejercicio, que involucró a una mayor escala de personal y poder de fuego que lo habitual para un despliegue de las Fuerzas Armadas en un campo de entrenamiento, es una señal de que Lee quiere mostrar al público que Seúl se puede enfrentar al Norte.
Un gran contingente de unidades mecánicas que operan tanques, tres docenas de artillería autopropulsada, aviones de combate y múltiples lanzacohetes, participaron en las operaciones a sólo millas de la frontera con Corea del Norte. El ejercicio duró cerca de una hora.
Lee ha reemplazado a sus máximos funcionarios de Defensa con militares más duros, enfrentando las críticas a su respuesta débil a actos hostiles del Norte, incluido el ataque contra un submarino en marzo y el lanzamiento de artillería contra la isla de Yeonpyeong el mes pasado.
“(Corea del Sur) está intentando ocultar la naturaleza provocativa para el Norte de los ejercicios de guerra”, dijo la agencia oficial de noticias de Pyongyang KCNA en un comentario, afirmando que el despliegue fue “ofensivo” y una “locura”, y se refirió al Ejército de Corea del Sur como una “marioneta belicista”, un insulto que frecuentemente utiliza.
Las Fuerzas Armadas de Corea del Sur no ocultaron que el ejercicio busca mostrar su poder de fuego a su vecino.
“Estamos enfrentando una crisis debido a Corea del Norte, así que vine a ver esta operación terrestre y aérea. Quiero sentir y ver el nivel de las fuerzas armadas surcoreanas”, dijo Kim Tae-dong, un empresario de internet de 70 años, en Pocheon.
“Otra provocación de Corea del Norte ocurrirá. Nosotros deberíamos preparar a nuestro Ejército a la perfección para eso”, agregó.
Los mercados financieros de Seúl cerraron estables, y los inversores no consideraron las tensiones. Los comentarios amenazantes de Pyongyang en el pasado no han tenido un efecto duradero. Reuters