Internacional

Primer video en la prisión de Guantánamo causa conmoción mundial

Omar Khadr de 16 años, es el primer prisionero en la cárcel de Guantánamo que aparece en un video. Las imágenes muestran a un sollozando, tapándose la cara con las manos, mostrando sus heridas y llamando a su madre. «­Ay, mami!».

La organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) ha reclamado al Gobierno de Canadá que solicite «inmediatamente» la extradición del joven Omar Khadr, el canadiense detenido en la base de Guantánamo, y ha advertido de que las imágenes difundidas ayer de su interrogatorio por parte de dos agentes de inteligencia de su país cuando sólo tenía 16 años revelan que las autoridades canadienses «sabían perfectamente» que estaba siendo sometido a malos tratos.

«Estas desconcertantes imágenes confirman lo que ya sabíamos desde hacía tiempo», declaró una experta en contraterrorismo de HRW, Julia Hall. «Omar Khadr sufrió abusos y malos tratos cuando era un niño bajo custodia estadounidense y los canadienses lo sabían perfectamente», prosiguió. «No es posible que haya un ‘juicio justo’ en tales circunstancias, el Gobierno canadiense debe admitirlo y reclamar inmediatamente la repatriación de Khadr», añadió.

Khadr tenía sólo 15 años cuando fue capturado por fuerzas estadounidenses en Afganistán en julio de 2002, acusado de lanzar una granada que mató a un médico norteamericano. Actualmente, el joven de 21 años es el único occidental que permanece en la base militar estadounidense en Cuba a la espera de juicio ante una comisión militar previsiblemente en octubre.

Los extractos de la grabación del interrogatorio por parte de los agentes canadienses, revelados por el abogado de Khadr, muestran al joven en 2003, cuando sólo tenía 16 años, llorando y mostrando las heridas sufridas durante el enfrentamiento con las tropas norteamericanas, implorando su ayuda.

La difusión del vídeo ha generado una fuerte polémica en Canadá y ha multiplicado las peticiones al Gobierno para que solicite su repatriación. Sin embargo, el gabinete del primer ministro, Stephen Harper, no parece estar por la labor de realizar ninguna petición en este sentido y se ha limitado a responder que «hay un proceso judicial en marcha para determinar la suerte de Khadr y éste debería continuar».

Tanto la oposición como los grupos pro Derechos Humanos se han apresurado exigir al Gobierno que pida a Estados Unidos que permita que el joven, nacido en Toronto, vuelva a su país para enfrentarse a la justicia.

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