El ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra Portocarrero advirtió hoy que no se puede manejar la política criminal como una colcha de retazos, para responder, entre otras cosas, a quienes consideran que se deben endurecer las penas para los conductores borrachos.
A instancias de Radio Santa Fe, Esguerra Portocarrero hizo los pronunciamientos a propósito del creciente número de muertos provocados por conductores alicorados, cuya última víctima fue el niño Diego Alexander Hernández de 11 años, en una calle del barrio Rionegro, al noroccidente de Bogotá.
El ministro de Justicia dijo que en su concepto se debe elevar a la categoría de contravención el solo hecho de conducir en estado de alicoramiento, con lo cual se dará lugar a una detención inmediata del individuo por 3 o más días.
Sin embargo, advirtió que es el Consejo Nacional de Política Criminal el que debe decir qué es lo que corresponde hacer y que además se debe tener en cuenta la reforma judicial que está a consideración de las cámaras legislativas, aunque admitió que esta no será aprobada antes del 20 de julio del 2012.
Advirtió igualmente que para solucionar el grave problema de los conductores borrachos se deben combinar varias medidas que pongan a pensar a las personas sobre las consecuencias de su irresponsable proceder y se comprometió a “meterles el acelerador”.
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