En disturbios terminaron las elecciones regionales en una treintena de municipios del territorio nacional, promovidos por gentes insatisfechas con los resultados o por supuesto fraude.

En la mayoría de estas poblaciones, los desmanes estallaron cuando se comenzaron a conocer los resultados de las urnas.

Los disturbios más violentos se registraron en Mahates, Bolívar, donde los manifestantes apedrearon y quemaron la alcaldía y la Registraduría.

También en Arenales, en el mismo departamento, donde el ataque se lanzó contra la casa del alcalde y un familiar del funcionario resultó herido.

En Cundinamarca se presentaron disturbios en 7 municipios, así: La Palma, Ricaurte, Cota, Nariño, Nilo, Funza, y Mosquera.

12 personas fueron detenidas por la policía en estas localidades como responsables.

Los hechos más graves se presentaron en La Palma, donde fue necesario enviar refuerzos de la fuerza pública desde los municipios vecinos como Caparrapí, Yacopi, Pacho, Zipaquirá y un escuadrón móvil antimotines desde Bogotá.

En el departamento de Boyacá se registraron disturbios y asonadas en 9 municipios:

Moniquirá, Saboyá, Sutamarchán, Pesca, Monguí, Páez, Turmequé, Belén y Nuevo Colón.

En esta última población fue destruida parte de la residencia del personero municipal, Omar García, porque según los manifestantes éste al parecer estaba favoreciendo a uno de los candidatos

En el departamento del Tolima los disturbios afectaron a los municipios de Planadas, Dolores y Saldaña.

En el departamento de Sucre, se registraron disturbios en cinco municipios: Sampués, Ovejas, Chalán, Montes de María y Tolú.

Así mismo en dos municipios del Magdalena, Sitio Nuevo y Fundación. En esta ultima localidad fueron atacadas las sedes de la Registraduría y el Concejo de la localidad.

En el vecino departamento del Atlántico, se registraron desmanes en el municipio de Santo Tomas.

En Yopal, Casanare, se registró una asonada luego que la alcaldesa local denunciara un presunto fraude en la elección del gobernador.

En el municipio de Riofrío, en el Valle, también se produjo una asonada. Los ciudadanos insatisfechos por el resultado electoral, atacaron la alcaldía, la registraduría y la policía.