–Como dice la canción, la distancia es cada día más grande… entre Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe Vélez. Así lo dejó entrever el presidente Santos en una entrevista que concedió a la BBC Mundo y en la cual confesó que Uribe ya no le pasa al teléfono.

“Lo llamé para felicitarlo por el TLC, porque esa fue una obra tanto de él como nuestra, porque él le puso mucho empeño, pero no me devolvió la llamada”, precisó Santos, quien agregó:

“Lo llamé para felicitarlo y para compartir con él, porque también se le debe mucho el éxito del golpe que le dimos a las Farc con ‘Alfonso Cano’, pero no me devolvió la llamada”.

Dijo que hace más de tres meses que no habla con Uribe.

A propósito de Uribe, el presidente Santos utilizó el término “mantra”, como la terapia que aplica para “no pelear” con el expresidente.

Etimológicamente, la palabra mantra proviene de los vocablos sánscritos MAN: mente y TRA: liberar. En otras palabras, un mantra es una vibración sonora que ayuda a liberar nuestra mente de las influencias de la propaganda, pesadillas y ansiedades que se acumulan en ella.

Segun Santos la consigna es: “No P.C.U.- No pelear con Uribe. “No le conviene a el ni a mi, pero especialmente al país”, advirtió.

Y diplomáticamente dijo: “En el fondo coincidimos en los objetivos fundamentales para Colombia; tal vez nos diferenciamos en la forma de arreglar los problemas”.

En la entrevista Santos se negó a creer que el expresidente Uribe sea su opositor e insistió:

“Con el presidente Uribe no tengo sino gratitud, respeto, admiración. Yo estoy construyendo sobre lo que él construyó y él hizo mucho por este país”.

Frente a las discrepancias que ha tenido con su antiguo jefe, Santos destacó la que surgió alrededor de la ley de víctimas y señalo que Uribe se opuso debido “ más que todo porque él consideraba que no era conveniente declarar oficialmente que aquí hay un conflicto interno”.
“Pero es que uno no puede negar algo que es evidente. Todo el mundo hablaba del conflicto; cómo no vamos a decir que hay un conflicto si es que lo hemos vivido y sufrido por casi 50 años”, precisó.