De acuerdo con las primeras versiones, solo en la capital, Kiev, fueron asesinados alrededor de 20 mil animales, tras la orden de las autoridades ucranianas de limpiar las calles para recibir a los aficionados del fútbol que se darán cita para la Eurocopa 2011.

Según activistas de los derechos de los animales, los perros no fueron reubicados en albergues, sino que fueron envenenados o fusilados. En la ciudad de Donetsk una perrera ha recibido aproximadamente 40 euros por cada perro que ha sacrificado.
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En muchos casos, los restos fueron comercializados. Se vendieron la piel y los huesos, que fueron molidos para alimentar a otros animales.

Por su parte, el gobierno ucraniano se comprometió a dejar de matar animales. Pero Judith Pein, de la organización Personas por el Trato Ético de los Animales, denunció que los sacrificos aún se practican. “Es cruel hacer esto de todos modos, pero que se lo haga por el fútbol es indignante”, afirmó.