El gobierno de México anunció que adelanta investigaciones para esclarecer la masacre de 31 presos en una riña que ocurrió en el penal de Altamira, en el estado de Tamaulipas (noreste).

Así lo anunció la secretaría de Gobernación en un comunicado en el que reiteró su total respaldo y colaboración con en las investigaciones para esclarecer este lamentable hecho y sancionar a los responsables.

La tarde del miércoles, en este penal localizado en la zona sur de Tamaulipas, en la costa del Golfo de México, estalló una riña colectiva entre presos que dejó 31 muertos y 13 heridos.

La pelea ocurrió en el área masculina del centro penal con capacidad para 2 mil presos, entre hombres y mujeres, pero que alberga más de 3 mil, y los reclusos utilizaron armas blancas “hechizas” (de fabricación casera).

Las cárceles de Tamaulipas, que albergan a unos 7,800 presos, muchos de ellos por delitos relacionados con el tráfico de drogas, han sido escenario de distintas fugas y enfrentamientos en los últimos años.

Tamaulipas es escenario de un cruento enfrentamiento entre el cartel del Golfo y sus ex aliados Los Zetas, militares desertores que fueron reclutados por el narcotráfico hace casi dos décadas. En las cárceles de ese distrito se encuentran miembros de ambas organizaciones.

El 15 de octubre pasado otra riña en un penal de la ciudad de Matamoros, también en Tamaulipas y fronteriza con la estadounidense Brownsville, dejó un saldo de 20 muertos y 12 heridos.