-El candidato de la oposición venezolana, Henrique Capriles le restó importancia a los epítetos que le lanzó el presidente Hugo Chavez, pero dijo que “el insulto es el recurso de un boxeador agotado, grandote y pesado que está viendo a ver de dónde saca un golpe, como sea, para tumbar a un contrario más delgado, ágil y enérgico. Es David contra Goliat”.
«Esta es una carrera -prosiguió Capriles- donde hay un corredor cansado y uno con energía. El cansado está tratando de ver cómo llega a la meta, así sea poniendo una zancadilla», precisó.
El candidato opositor dijo no estar sorprendido con los insultos de su rival en las elecciones del próximo 7 de octubre, el presidente Hugo Chávez, quien últimamente lo llamó «cochino».
«Yo me baño», respondió.
Capriles señalo que «lo mejor de todo esto es que él cree que va a ganar y entonces viene el tsunami y se lo lleva por delante. ¿Que qué le deseo? Larga vida porque quiero que vea, con sus ojos, los cambios que vendrán, desde el estancamiento y el atraso de hoy a la Venezuela del progreso», precisó Caprielas en declaraciones para el diario El Universal de Caracas.
-¿Te imaginas a Chávez poniéndote la banda tricolor?, le dijo el periodista y respondió:
-Eso me tiene sin cuidado. Mi sueño no es ese, sino que el pueblo me dé su confianza con el voto. Y si no lo hago bien, usted sabe qué hacer: me despide. Eso no lo ha entendido Chávez porque ha querido ponerse por encima de la gente.
Chávez, sin mencionar su nombre, ha llamado a Capriles candidato del imperialismo, del capitalismo, de los yanquis y apátrida, «majunche» (poca cosa), mentiroso y cochino.
Al respecto dijo:
-Para nada sorprenden los insultos. Es el camino escogido por el Jefe de Estado: la descalificación, la división. Ese no es mi camino. No me siento aludido, ni incómodo. Pero no pierdo energías en eso cuando hay cosas más importantes a la cuales dedicarse. Las primarias fueron una victoria de los venezolanos. Yo lideré el proceso y ganamos, pero generalmente ese tipo de resultados se multiplica por tres. Quienes podemos llegar a diez millones somos nosotros, no el gobierno.
También advirtió que No le tiene ningún temor a su competidor.
“No me intimidan las amenazas. Sí me quita el sueño la integración y el encuentro de los venezolanos. No quiero encontrarme con esposos que no se hablan o hijos separados de su familia por la política. Todo por un discurso agresivo, causa de una violencia que no han podido reducir”, precisó.
-Tú puedes ganar, ¿pero Chávez entrega?, le preguntó el periodista.
-Que nadie tenga la menor duda de que quien pierde las elecciones entrega.
-El jueves lo prometió.
-Eso no depende de él. Deseos no empreñan. El gobierno de hoy se parece a la oposición de hace diez años. Es errático. Hoy nuestra agenda no depende del Jefe de Estado. Tenemos nuestras propias propuestas, tenemos experiencia y estamos haciendo las cosas bien».
En torno a las diferencias con Chávez, indicó:
«Somos dos seres humanos completamente distintos» y agregó que mientras Chávez «plantea un camino que es el socialismo; yo planteo el progreso», manifestó.
Subrayo sin embargo, que el Gobierno de Chávez «no es socialista» sino que «utiliza el término socialista para transmitir una imagen de identificación con los pobres, pero hay en él conductas absolutamente fascistas».
«Puede ser de izquierda, pero es de izquierda retrógrada, de atraso, de confiscaciones, de un Estado todopoderoso. Yo planteo un camino de progreso en el cual el Estado es un orientador, un promotor, donde la iniciativa privada tiene su espacio y está llamada a contribuir al progreso», sostuvo.
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