El pasado jueves fue aprobada en San Petersburgo, la segunda ciudad más importante de Rusia después de Moscú, una ley que prohíbe promover las relaciones entre personas del mismo sexo.

La controvertida ley también establece multas a quien tenga gestos homosexuales en presencia de menores y defienda la pedofilia.

Las sanciones van desde 5,000 a los 500,000 rublos (entre 170 y 17,000 dólares) a quienes incurran en actos prohibidos por la ley.

Entre las manifestaciones prohibidas se encuentran los llamados “Desfiles del orgullo gay”, pero otros como Joseph Huff-Hannon en The Huffington Post hablan incluso de que bastaría con publicar un artículo en que se diga que Tchaikovski dormía con hombres para hacerse merecedor de una multa.

La medida ha causado la indignación entre los defensores de los derechos de los homosexuales.

En San Petersburgo estas organizaciones han pedido al gobernador, Georgiy Poltavchenko, gobernador de San Petersburgo, que vete la ley y evite así la criminalización de la homosexualidad.