El Banco de la República reconoció que la caída del dólar está facilitando la baja de precios en varios productos de la canasta familiar.
El Emisor dio a conocer ayer las minutas en las que explicó las razones que tuvo en cuenta el 24 de febrero para subir su tasa de interés de intervención de 5 a 5,25 por ciento, tomando como referencia los hechos económicos sucedidos hasta ese momento.
Sobre la inflación, dijo que en enero se evidenció una desaceleración con respecto a diciembre y varios rubros registraron bajas por factores ligados a la revaluación.
En el caso particular de los precios de la canasta de transables, sin alimentos ni regulados, hubo una disminución frente a diciembre, interrumpiendo la tendencia alcista registrada desde septiembre.
“Este hecho puede sugerir que la apreciación del peso desde enero del 2012 estaría teniendo algún efecto en esta variable”, dijo el Emisor.
Agrega que la normalización de la producción de varios productos perecederos, como la papa, permitió la caída de precios y la reducción de la variación anual.
“También se presentaron pocos ajustes en los precios de productos como aceites, y esto puede obedecer a la apreciación del peso más que a movimientos en precios internacionales, los cuales no han descendido”.
El banco central también hizo referencia a los costos para las empresas y dijo que el Índice de Precios del Productor (IPP) pasó de 5,5 por ciento en diciembre a 3,7 por ciento en enero.
“Este indicador completa tres meses de caídas, que, en enero en particular, obedecieron a la apreciación del peso y a las mejores condiciones de la oferta agrícola”, dice el banco.
Señaló que el PIB habría crecido entre 5 y 6,2 por ciento en el cuarto trimestre del año pasado, y en el arranque del 2012 puede ser similar o levemente inferior.