Un grupo de agentes del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía se tomó las instalaciones del Hospital de Meissen, en la capital de la República, por orden de un juez anticorrupción de Bogotá.
La fiscalía busca tomar control sobre documentos y computadores para investigar las irregularidades en el manejo de recursos por parte de las directivas de ese centro asistencial.
La situación obligó a la Secretaría de Salud a intervenir de manera administrativa el hospital.
De acuerdo con la Secretaría de Salud las auditorías internas realizadas al Hospital de Meissen arrojaron un deficit de 81 mil millones de pesos en un período mayor a tres años, esto a causa de derroches durante la administración del gerente Carlos Lizcano. Entre los hallazgos figuran millonarios pagos por desayunos gourmet y hasta el caso de un especialista que se ganaba mensualmente 25 millones de pesos sin trabajar.
Además, el Secretario de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, aseguró que el centro hospitalario adeuda varios salarios a los trabajadores de la salud, por lo que solicitó intervención del Gobierno Nacional.
“Le debemos dos meses a muchos funcionarios de trabajo y por su puesto (el Hospital Meissen) es el primero que queremos que el Gobierno nos ayude a ponerlo con un programa saneamiento fiscal”.
El Funcionario indicó que este año el centro de salud presenta un déficit de “41 mil millones y tiene en más de tres años acumulados unos 80 mil millones en deficit”.
Jaramillo explicó que el Hospital necesita un programa de saneamiento fiscal y financiero y los recursos para este ya fueron solicitados al Gobierno Distrital.
“Yo le solicite al Alcalde a través del Confis 150 mil millones de pesos para poder lograr el saneamiento fiscal y financiero de este hospital” indicó el Funcionario.
El Secretario de Salud denunció que el Meissen que “una comisión integrada por el anterior secretario decidieron construir una segunda etapa sin que hubiera un concepto claro de los técnicos y la secretaria de salud lo que generó muchos inconvenientes”.
Jaramillo dijo que las auditorias internas al centro de salud permitieron constatar que un especialista, quien ganaba 25 millones de pesos, muchas veces cobraba su sueldo sin ni siquiera trabajar.
“Un especialista que duro mucho tiempo cobrando un sueldo sin estar en su trabajo estando en el exterior, decimos que no le pagamos bien a los especialistas, pero a uno le estábamos pagando 25 millones de pesos”
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