Yo Periodista

Juan Carlos Ortiz de Proyectar Valores habla sobre el modelo de los Kirchners

El fallecimiento de Néstor Kirchner, primer mandatario argentino entre mayo de 2003 y diciembre de 2007, lleva a recordarlo como el presidente que ejecutó un modelo económico heterodoxo que se ha asociado con la recuperación de Argentina de una profunda crisis generada según él, por las políticas impuestas desde el Fondo Monetario Internacional.

Justamente una de las decisiones más polémicas y considerada por los economistas como “anti – técnica” tuvo que ver con el pago de deuda externa con reservas internacionales, un paso dado por el ex presidente que causó gran controversia, pero que a su juicio liberaría la economía argentina de presiones externas. A pesar de todo y de su fuerte oposición a políticas del FMI, Kirchner conservó la relación con el organismo, pese a no cumplir con los parámetros económicos del mismo.

 

La economía Argentina se recuperó jalonada por una coyuntura global favorable; su buen desempeño en los últimos años tiene mucho que ver con los precios de los commodities, el aumento de la demanda mundial por bienes agrícolas, y el surgimiento de Brasil, su principal socio comercial, como potencia económica mundial.

 

En este contexto los elementos rescatables de la gestión Kirchner -la generación de un superávit fiscal primario y el superávit comercial- contribuyeron a la reactivación de la economía. Las cifras mostraron una significativa reducción de la tasa de desempleo, hecho que trajo como consecuencia menores niveles de pobreza y una mejora generalizada en la situación económica de la clase media de su país. De esta manera vale la pena destacar que al comienzo de su mandato la tasa de desocupación bordeaba el 19% mientras cuatro años después esta había descendido a alrededor de 8%. El PIB creció a una tasa anual promedio de 8,8% entre 2003 y 2007 y la inflación reportó una caída de 25,9% (en 2002) a 8,8% (en 2007). Al final del gobierno de Nestor Kirchner se había retornado a cifras de un digito en dos variables tan relevantes como el desempleo y el costo de vida.

 

El crecimiento generó un fuerte repunte en el valor de las reservas internacionales que vieron su mínimo en enero de 2003 al ubicarse en US$8.295 millones, así en mayo de 2007 ya alcanzaban los US$38.923 millones, valor acompañado como mencionaba antes, de un sostenido crecimiento del PIB y una baja importante en los índices de pobreza. Fuerte debate se dio a lo largo de su administración al criticar de manera severa postulados base del modelo neoliberal sistema que a su juicio empobreció no solo a Argentina sino a Latinoamérica y otras naciones del mundo. De esta manera, cuando inició su administración tomó la decisión de abolir las políticas que sustentaban el vigente modelo económico argentino ejecutado en la década de los 90 y que de acuerdo con su opinión fue el gran causante de la crisis gaucha del año de 2001.

 

Néstor Kirchner dio una fuerte batalla en contra de principios como la mínima intervención estatal en la economía asumiendo que el libre mercado capitalista de ninguna manera ayudaría a rectificar el camino que habían perdido los argentinos hacía ya bastantes años.

 

De esta manera, el ex presidente aludió en varias ocasiones a que modelos al estilo de la “mano invisible” no eran los adecuados para el país y se unió mas a teorías Keynesianas, surgidas a propósito después de la Gran Depresión estadounidense (1930), las cuales consideraban que resulta necesaria la intervención directa del estado más aún cuando la nación perdía su rumbo y claramente no lo retomaría de manera autónoma.

 

Néstor Kirchner creyó que nadie más que los propios habitantes y administradores de un país conocen mejor su Nación y son quienes en primer término tienen la palabra para tomar decisiones que permitan retomar el camino en momentos difíciles o de crisis. Así hizo la famosa frase “Le dijimos chau al Fondo” luego de pagar al FMI y liberarse de los condicionamientos sobre el manejo económico que provenían del exterior, porque creía que los extranjeros no conocían la realidad de la gente en Argentina. El modelo Kirchner fue aparentemente exitoso para la realidad de Argentina de comienzos de siglo. Ahora, el país suramericano necesita ajustar su modelo económico para adecuarse a las condiciones cambiantes de los mercados financieros internacionales y a la dinámica económica mundial.

 

En otras palabras y para ponerlo en términos de la tierra de “Maradona”, la táctica defensiva fue exitosa en el corto plazo, pero ahora se necesita una estrategia de ataque, de avanzada, que lleve al país a desarrollar su mercado de capitales y devolver la confianza de los inversionistas locales y extranjeros en este próspero vecino y amigo: La Argentina.

 

By: Miguel Henao