Las bolsas mundiales volvieron a hundirse hoy y ni siquiera la inédita decisión de los principales bancos centrales de recortar las tasas de interés para abaratar el dinero sirvió para sosegar los ánimos.
El efecto bálsamo que supuso a media jornada en Europa el anuncio de seis bancos centrales de rebajar sus tasas de interés, entre ellos la Reserva Federal estadounidense, el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra, a los que se sumó el banco central chino, apenas duró un abrir y cerrar de ojos.
En Estados Unidos, Wall Street abrió a la baja una sesión extremadamente volátil en la que luego de orientarse al alza, el Dow Jones revirtió la tedencia en los últimos 20 minutos de sesión, cerrando en baja de 2%, y el Nasdaq perdió 0,83%.
Las principales bolsas latinoamericanas también cerraron con fuertes bajas: Sao Paulo descendió 3,82%, Bogotá perdió 3,23%, Buenos Aires -1,82% y México bajó 0,99%.
Los mercados europeos vivieron una sesión extremadamente volátil: abrieron con fuertes pérdidas, a la par con el cierre de las plazas asiáticas, repuntaron a media jornada impulsadas por la bajada de las tasas de interés y volvieron a agonizar.
El Dax de Fráncfort, primera bolsa europea, cerró con una caída estrepitosa del 5,88%, el principal índice de París, el CAC-40, se derrumbó un 6,39% y el Ibex-35 de Madrid acabó la sesión con un retroceso del 5,20%.
La Bolsa de Londres cayó un 5,18%. A los inversores no les alivió ni la rebaja de las tasas de interés del Banco de Inglaterra de medio punto porcentual, ni el masivo plan de rescate bancario anunciado por el gobierno británico, que incluye una nacionalización parcial de sus mayores bancos, por 87.000 millones de dólares (64.000 millones de euros).
La Bolsa de Viena registró la peor sesión de su historia, con el cierre del índice ATX a -8,71%, Milán se desplomó un 5,71% y Bruselas, un 7,36%.
Los intercambios se suspendieron en los dos principales mercados rusos después de sendas caídas superiores al 11% a la apertura.
«Todavía no hemos llegado al final del túnel», advirtió el estratega Joshua Raymond, de City Index. «Habrá que ver si esto tiene un prolongado efecto en la confianza», agregó en referencia a la acción coordinada de los bancos centrales.
Para Robert Halver, estratega de Baader Bank en Francfort, «los bancos centrales tienen que recortar sus tipos aún más (…) Hemos perdido demasiado tiempo», dijo a la AFP.
Después de la caída el martes por la noche de Wall Street (-5,11%), el pesimismo se extendió como una mancha de aceite a Asia, con un descalabro generalizado.
En Tokio, el índice Nikkei terminó la sesión del miércoles en baja de 9,38%, en su peor caída desde el «lunes negro» de 1987, recuperándose ligeramente después de perder hasta 9,81% durante la tarde.
Los inversores japoneses fueron víctimas del pánico por la crisis financiera mundial y por la caída del dólar frente al yen, que penaliza a los exportadores japoneses.
El dólar cayó hoy brevemente por debajo de los 100 yenes por primera vez en siete meses, a causa de la crisis económica en Estados Unidos que convierte la divisa japonesa en un valor refugio.
También la Bolsa de Hong Kong terminó la sesión con una muy fuerte caída del 8,2%, seguida por Seúl con un retroceso del 5,81%, mientras Taiwán perdió 5,76%, Sídney 5,0%, Shanghai 3,04% y Nueva Zelanda 1,86% al cierre.
Tras caer más del 10%, la Bolsa de Yakarta suspendió las cotizaciones por el resto del día.
«Nadie puede sentirse seguro sobre con qué puede contar», dijo Hironobu Hagy, de la división de mercado de capital del Shinsei Bank.
«Asistimos a ventas motivadas por el pánico. En cuanto se presenta la ocasión de vender, todo el mundo salta sobre el mismo terreno», añadió.
Los bancos centrales continuaron paralelamente inyectando miles de millones de dólares en los sistemas financieros para generar liquidez, al tiempo que la Autoridad Monetaria de Hong Kong señaló que recortará su tasa de interés en 100 puntos básicos desde el jueves.