Los vuelos de los narcos desde Colombia han caído en los últimos nueve años según la FAC
Según el Director de Seguridad Aérea de esa fuerza, coronel Juan Carlos Hernández, los vuelos de los narcos desde Colombia han caído en los últimos nueve años. En contraste, se han disparado los que salen de territorio vecino, especialmente desde Venezuela, aunque también se han detectado ‘trazas’ que salen de Panamá y Ecuador
De acuerdo a investigaciones realizadas en por la Fuerza Aérea Colombiana, las detecciones de vuelos con droga que salen desde países vecinos se disparan; ello se debe a que en Venezuela desde 2005 se suspendió el tratado de interdicción aérea que existía entre ese país y EE. UU.
Las cifras de la FAC coinciden con informaciones del Comando Sur de los Estados Unidos reveladas hace cuatro meses en las que advierten que de cada 10 vuelos ilegales detectados nueve parten de Venezuela.
Los aviones son casi siempre monomotores o bimotores tipo Caravan. Muchos de estos aparatos han sido robados en países vecinos, pero se sabe que los narcos compran aviones de segunda en Estados Unidos, especialmente en Miami y en Dakota del Sur.
La carga rara vez supera los 600 kilos, porque les acondicionan tanques adicionales para que puedan recorrer los 3.500 kilómetros del denominado ‘corredor del Caribe’, que llega hasta Honduras, Nicaragua y Guatemala. Este proceso se cumple en hangares clandestinos detectados en el Meta y en ciudades como Bogotá, Cali y Medellín. Incluso, algunos fueron descubiertos en Cartago, municipio del norte del Valle que fue base del cartel del mismo nombre.
Los aviones salen del país legalmente -sin carga de droga- y con cartas de vuelo hacia otros destinos, pero terminan en el lado venezolano. Los pilotos, muchos de ellos brasileños, caribeños y norteamericanos, casi siempre inician su correría en Villavicencio. De la capital del Meta son transportados por carretera y ríos hasta Puerto Carreño (Vichada) o Puerto Inírida (Guainía), donde cruzan la frontera hasta Puerto Canaro.
En Venezuela hay toda una logística clandestina construida a punta de sobornos y que aprovecha que desde el 2005 se suspendió el tratado de interdicción aérea que existía entre ese país y EE. UU.
El destino de la mayoría de esos vuelos es Olancho, en el norte de Honduras. Cada tres días aterriza o despega un narcoavión de cualquiera de las 250 pistas clandestinas que existen en esa zona del país o -como en La Guajira colombiana durante la bonanza ‘marimbera’- en cualquier vía carreteable.
Mientras que en el 2002 se detectaron cerca de 600 vuelos ilegales que despegaron del país, este año apenas van tres naves interceptadas. Y más de la mitad de los narcovuelos detectados por los radares de la FAC desde el 2003 (1.100) despegaron de la misma zona de Apure, de la que partió el piloto de Bahamas: Puerto Canaro, a pocos kilómetros de la frontera.
Hace una semana, se reunieron en Bogotá representantes de las Fuerzas Aéreas y de Policía de 26 naciones de América, convocados por la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional, la entidad encargada de ‘socializar’ el aprendizaje del país en más de 30 años de lucha contra el narcotráfico.
En ese encuentro salieron a la luz varios de los secretos de cómo los narcos están sacando la droga y como logró Colombia controlar su espacio aéreo para reducir ese tránsito ilegal. Las autoridades calculan que más del 70 por ciento de la producción colombiana (unas 350 toneladas) sale por mar, especialmente por el Pacífico. Aparte de la coca que están dejando para el creciente mercado interno, el resto es transportado por río y por trochas hacia Venezuela. Desde el vecino país la ruta también es hacia África para finalmente terminar en Europa.
Los comentarios están cerrados.