El ex ciclista texano Lance Armstrong pudo haberle mentido incluso a la popular presentadora televisiva Oprah Winfrey en la entrevista en la que confesó haber ganado dopado sus siete títulos en el Tour de Francia. Armstrong reconoció que había mentido hasta entonces al afirmar que jamás recurrió al doping, pero aseguró en cambio que no volvió a hacerlo después de 2005, afirmación que pusieron en duda ahora los investigadores de su caso.
En diálogo con AbcNews, los investigadores informaron que en los análisis de sangre a los que el ex ciclista se sometió en 2009 se detectaron manipulaciones que permiten suponer que se sometió a autotransfusiones en al menos dos oportunidades.
Esta última mentira, según especulan los analistas, pudo responder a un intento de Armstrong por protegerse de eventuales incriminaciones penales, pues los casos de doping hasta 2005, que sí admitió, prescribieron para la justicia estadounidense.
Lo cierto es que Armstrong, a quien le revocaron las siete coronas logradas en el Tour (1999-2005), así como el bronce olímpico de Sydney 2000, entre otros títulos que le quitaron, parece haber vuelto a mentir.
Esto pese a que la entrevista con Winfrey parecía destinada a recomponer su imagen ante la opinión pública con una especie de arrepentimiento y admisión de culpas que coronó incluso con lágrimas.
Fue cuando reconoció que el momento más duro lo vivió cuando debió confesarse ante el mayor de sus hijos, Luke, en Hawai en diciembre, dos meses después de que se conociera en informe de la Agencia Antidoping estadounidense (USADA) que lo incriminaba.
Santa Fe con Ansa Latina
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