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Celac-UE: Europa demuestra su interés en América Latina

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La crisis de deuda en el Viejo Continente ha cambiado totalmente la relación entre las ex potencias imperiales y sus colonias. Los líderes de la UE reunidos en Santiago para una cumbre con los jefes de Estado de América Latina y el Caribe este fin de semana han sido honestos sobre sus deseos de aprovechar el impresionante crecimiento económico de la región.

«Esta es ahora una relación estratégica entre socios iguales», dijo la canciller alemana, Angela Merkel, liderando a una enorme delegación de líderes y ejecutivos de negocios de la Unión Europea.

Con tantos encuentros bilaterales durante la cumbre de dos días, Merkel apenas tuvo tiempo para terminar sus comentarios finales sobre la cumbre antes de partir hacia el distrito de negocios de Santiago para intentar sellar acuerdos comerciales y de inversión.

«Nosotros los invitamos a invertir en Alemania», dijo, reiterando los comentarios del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, quien la víspera hizo un llamamiento desde el palacio presidencial de Chile.

En momentos en que el 60 por ciento de los jóvenes españoles no tiene trabajo e incluso la economía de Alemania, la más grande de Europa, lidia con el impacto de una crisis de deuda pública que casi dividió a la zona euro el año pasado, América Latina claramente está en ventaja.

La producción económica de América Latina crecería al menos un 4 por ciento este año, mientras que la de la zona euro -compuesta por 17 países- probablemente se contraerá. Europa quiere que las compañías latinoamericanas sigan el ejemplo del empresario mexicano Carlos Slim, quien ha invertido en la firma de telecomunicaciones holandesa KPN.

Los gobiernos europeos también quieren garantizar que sus compañías ganen grandes contratos de infraestructura, como puertos, carreteras y aeropuertos en América Latina, incluidos aquellos para el Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 en Brasil.
«NUNCA HEMOS ESTADO TAN BIEN»
Los diplomáticos reunidos en la cumbre en Santiago hablaron sobre un nuevo ánimo relajado entre los más de 60 países representados, ayudados por una enorme dosis de humildad de los europeos.
«A Latinoamérica le gusta la idea de que la Unión Europea tenga problemas también», dijo un diplomático de la UE que trabajó de cerca con colegas chilenos durante la cumbre.

Claramente ansiosos por comunicar el mensaje, dos de los funcionarios de mayor rango de la Unión Europea, Herman Van Rompuy y Jose Manuel Barroso, pronunciaron cinco discursos en menos de dos días, elogiando el éxito de América Latina y hablando sobre los «destinos entrelazados» de ambas regiones.

Eso fue bien recibido por líderes como la temperamental presidenta de Argentina, Cristina Fernández, quien elogió el cambio de tono de Europa: «Los europeos finalmente advierten (…) que hay que hacer una relación donde ganemos ambos».

Si bien el riesgo de una escisión de la zona euro desapareció el año pasado, los líderes de la UE en Santiago enfrentaron preguntas sobre el futuro de la Unión Europea después de que el primer ministro británico, David Cameron, anunció la semana pasada planes para realizar un referendo sobre la membresía británica en el bloque si gana la reelección.

Eso también mantuvo a Europa en una situación de desventaja, dijeron diplomáticos.

El anfitrión de la cumbre, el presidente chileno, Sebastián Piñera, y su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, parecieron deleitarse con el cambio en un continente que alguna vez fue sinónimo de hiperinflación, dictaduras y guerrillas.

«Nunca hemos estado tan bien», dijo Santos, al promover su modelo favorable para los negocios, que ha visto crecer la inversión extranjera y ha propiciado una racha de 30 meses de disminución del desempleo en Colombia.

«Los pobres que salen de la pobreza se convierten en potenciales consumidores y consumidores para Europa», agregó. Reuters