Un joven beisbolista fue asesinado en EE.UU por tres adolescentes que lo eligieron al azar y le dispararon en la espalda al estar “aburridos”.
Se trata de de Christopher Lane, un australiano de 22 años que se de desempeñaba como pelotero en un equipo de beisbol.
El jefe de la policía Danny Ford había dicho que los jóvenes tenían el motivo más sencillo y agregó que durante los interrogatorios al menor de 17 años, uno de los actores del crimen reveló a los agentes que estaban aburridos y mataron a Lane por “diversión”.
Los hechos se dieron en una calle de un barrio lujoso de la localidad de Duncan (Oklahoma), donde se encontraba Lane, oriundo de Melbourne, que había ido a visitar a su novia, que también es nativa de Australia.
La policía ya detuvo a tres adolescentes y los fiscales presentaron cargos criminales después que comprobar que los jóvenes dispararon por la espalda al hombre mientras corría, causándole una herida mortal .
Dos adolescentes, de 15 y 16 años de la zona pobre del pueblo, fueron acusados de asesinato con alevosía y se ordenó que permanecieran detenidos sin derecho a fianza.
Un tercer joven, de 17 años, fue acusado de participar como cómplice y por conducir un vehículo mientras un arma de fuego era disparada desde su interior.
El menor confesó ante el juez: “yo accioné el gatillo”, pero el juez le ordenó que guardara silencio y dijo el martes que no era el día para discutir los hechos del caso.Su fianza fue fijada en un millón de dólares.
El adolescente reveló que siguieron a Lane a bordo de un vehículo y le dispararon por detrás antes de huir.
“Vieron a Christopher (Lane) pasar y uno de ellos dijo: ‘Ahí está nuestro blanco'”, explicó Ford. “El chico que ha hablado con nosotros dijo ‘estábamos aburridos y no teníamos nada que hacer, por lo que decidimos matar a alguien'”.
Ford no dijo cuántos disparos recibió Lane y las autoridades esperan los resultados de la autopsia.
Mientras tanto, familiares y amigos de los dos continentes lloraban la muerte de Lane, un estudiante con beca deportiva en East Central University en Ada, poblado aproximadamente a 136 kilómetros al oeste de Duncan.
Lane fue receptor titular en 14 partidos el año pasado y tenía programado completar su último año universitario.
La novia de Lane, Sarah Harper, colocó una cruz en una ofrenda improvisada en el lugar de su muerte.
“El no merecía nada de esto”, declaró Harper a varios medios de comunicación australianos. “Es desgarrador que haya sido una elección al azar hecha por estos chicos lo que alteró drásticamente tantas vidas en el proceso”.
Harper informó que ella y Lane llevaban sólo una semana en Estados Unidos después de haber regresado de Australia, donde pasaron las vacaciones.
Los testigos que trataron de ayudar a Lane después de escuchar un disparo el viernes y verlo tambalearse y caer sobre una calle en Duncan, un poblado en la región sur-centro de Oklahoma y de cerca de 24.000 habitantes, no pudieron hacer nada por salvar su vida.
Por su parte, Dino Rosato, el entrenador del equipo de béisbol en el que jugaba Lane, a través de un comunicado ofrecido por el centro universitario dijo que había sido algo muy especial el dirigir a una persona como el deportista australiano asesinado.
“Fue todo un deleite entrenarlo”, destacó Rosato. “Chris (Lane) fue un compañero de equipo extremadamente respetado… Dejó un gran ejemplo para todos sus compañeros, pero más importante para los jugadores más jóvenes. Era un estudiante y atleta maduro a quien sus compañeros podían acudir en busca de consejos y apoyo”.
Mientras que Peter Lane, padre del beisbolista fallecido, declaró a los medios australianos que la muerte de su hijo no tiene explicación.
“Fue un acto desalmado y tratar de comprenderlo es un camino corto a la locura”, señaló.