El hecho de terrorismo sacudió la noche del miércoles a la población de la vereda Calandaima, del municipio de Miranda, Cauca, cuando una familia fue sorprendida por dos artefactos explosivos tipo tatuco, que habían sido lanzados de forma indiscriminada por miembros de la columna móvil Gabriel Galvis de las Farc.
La acción terrorista, que se le atribuye a alias ‘Leonel Paz’, máximo cabecilla de esta estructura, dejó como saldo un trágico resultado. La muerte de la pequeña Yurani Yanqui Muse de dos años de edad, quien de forma casi que inmediata murió por las múltiples heridas que le ocasionó la explosión.
De igual forma, la onda expansiva le produjo heridas de consideración a la señora Elmelinda Muse de 34 años de edad, Rodrigo Yaqui de 34 años de edad y el niño Jhon Edison Yaki Kilguei de 5 años de edad, quien presentó aturdimiento.
Este nuevo ataque realizado por los miembros de las Farc contra la población indefensa del norte del Cauca, merece el rechazo de todos los colombianos de bien y de la comunidad internacional, ya que es un hecho de terrorismo dirigido de forma deliberada contra la comunidad civil.
Las normas del Derecho Internacional Humanitario y los Derechos Humanos, son nuevamente infringidos por parte de esta agrupación narcoterrorista, que no detiene sus ataques indiscriminados hacia la población caucana, la cual se ha visto constantemente golpeada por el accionar cobarde y premeditado de las Farc.
Esta forma de intimidación a la comunidad, que deja como víctima mortal a una niña de tan solo dos años de edad, ha sido repudiada por el pueblo nortecaucano y sus comunidades indígenas.
Las unidades de la Fuerza de Tarea Apolo, de forma inmediata desplegaron una amplia ofensiva militar por toda la zona occidental del municipio de Miranda, hacia donde se tiene conocimiento huyeron los autores materiales de este crimen.