Comenzó ciclo 29 de diálogos en Cuba; Farc dicen que la paz no está a la vuelta de la esquina
Al comenzar este martes el ciclo número 29 de los diálogos en La Habana, en el que se continuará discutiendo el punto de la agenda referente al reconocimiento y reparación de las víctimas, las Farc advirtieron que “es completamente falso” que “la paz se encuentra a la vuelta de la esquina” como lo afirma el gobierno colombiano.
Según los cabecillas del grupo guerrillero no es cierto que “estamos listos a pactar nuestra desmovilización y entrega” y advierten que el presidente Juan Manuel Santos “parte de la idea equivocada de que somos una guerrilla vencida, desmoralizada y a punto de rendirse”.
“Incluso cometió la torpeza de ordenar que mataran a nuestro máximo Comandante Alfonso Cano, pensando que así nos quedaríamos sin cabeza y no sabríamos qué hacer”, recuerdan en un escrito publicado en su pagina web en el que, además, entregan detalles sobre los avances logrados hasta ahora en la negociación en La Habana.
El ciclo 29 de las conversaciones se prolongará hasta el próximo 3 de octubre y se realiza en medio de una escalada terrorista de las Farc y una nueva arremetida de las Fuerzas Militares contra el grupo guerrillero.
A propósito del tema, en el documento que titulan “Informe especial sobre el proceso de paz”, afirman que “la arremetida estatal de los últimos 14 años, con los Planes Colombia, Patriota y demás, fue capaz de causarnos daños, algunos considerables, pero ha estado muy lejos de ponernos en condiciones de inferioridad y derrota”.
Según dicen, “hay un pueblo que cree en nosotros y nos apoya contra todo el poder de la oligarquía y el imperialismo” y agregaqn: “Nunca hemos estado tan lejos de una entrega o rendición como ahora”.
Surbayan que aceptaron negociar con el gobierno nacional porque “el diálogo para nosotros significa en primer término mostrarle a la oligarquía que hay otras maneras de tratar los problemas”.
“Además hay que reconocerle a Santos que a diferencia de Uribe, aceptó que en Colombia existía un conflicto armado y no una amenaza terrorista”, puntualizan.
Sobre el desarrollo y los avances de las conversaciones en Cuba, los negociadores de las Farc hacen las siguientes precisiones:
En el Acuerdo General se incorporó un preámbulo en el que quedaron expuestos los criterios generales que animan el proceso. En ellos cabe destacar la necesidad de la participación de toda la sociedad en la construcción de la paz, así como que el desarrollo económico con justicia social y en armonía con el medio ambiente son garantía de paz y progreso.
Del mismo modo se enumeraron seis grandes temas, punteados, sobre los que versarían las discusiones: 1. Política de desarrollo agrario integral, 2. Participación política, 3. Fin del conflicto, 4.Solución al problema de las drogas ilícitas, 5. Víctimas y 6. Implementación, verificación y refrendación.
En su último capítulo quedaron pactadas las reglas para el funcionamiento de la Mesa, en las que se contempló el número de delegados por cada parte en las sesiones, 10 por cada una, la posibilidad de consultar expertos sobre temas de la Agenda, así como de elaborar informes periódicos en aras de la transparencia, la creación de un mecanismo para la divulgación conjunta de los avances, el secreto sobre las discusiones de la Mesa, mecanismos para la recepción de propuestas de la ciudadanía y las organizaciones, y, finalmente, que las conversaciones se darían bajo el principio de que nada está acordado hasta que todo esté acordado.
La discusión de cada uno de los puntos de la Agenda ha implicado la realización de un gran número de sesiones de la Mesa, organizadas por ciclos, en su mayoría de tres días seguidos y uno de descanso hasta completar nueve días de discusión. Antes de cada gran tema de la Agenda, para dar campo a la participación de la sociedad, la Mesa ha confiado al Centro de Pensamiento de la Universidad Nacional y a las Naciones Unidas, la realización de Foros en los que ciudadanos y organizaciones han presentado sus ideas sobre cada punto. Cabe hacer notar que mientras las Farc hemos recogido cuidadosamente estas propuestas y las hemos incorporado a las nuestras, la delegación del gobierno nacional siempre ha hecho caso omiso de lo planteado por la sociedad, interpretando tales foros como algo formal y sin un papel práctico.
También es de destacar que, pese a todas las facilidades para el cabal desarrollo del proceso, nuestros voceros se encuentran siempre en situaciones de inferioridad frente a las condiciones de que disfrutan los del gobierno.
Estos últimos pueden estar llamando por teléfono permanentemente a Palacio, para consultar su opinión, y una vez terminado cada ciclo viajan a Bogotá a reunirse con la cúpula gubernamental y de los gremios privados, no solo para informar de sus actuaciones, sino para recibir orientaciones e ideas.
Los nuestros no pueden estar comunicándose de modo inmediato ni diario, ni pueden estar viajando al país o un tercer lugar puesto que serían capturados. Por otro lado, mientras los del gobierno dictan conferencias en distintos escenarios sobre lo acordado en la Mesa, quieren prohibirnos, en aras de una confidencialidad que alegan, que nosotros expongamos los avances obtenidos.
Pese a todo eso, permanecemos firmes y optimistas por lo logrado hasta ahora. Son prácticamente dos los años en que la Mesa se ha sostenido, contra las presiones de todos los sectores, incluido el gobierno nacional, que desde un comienzo aspiró a concretar el Acuerdo Final en unos cuantos días. El gobierno nunca ha querido considerar el tema del cese el fuego, partiendo de la idea de que va a derrotarnos en el campo de batalla para que nos entreguemos en la Mesa. A estas alturas ya debería haber comprendido que ese es un sueño imposible. Como absurda es su teoría de que las Farc nos sentamos a conversar porque estábamos vencidos.