Los extranjeros se sorprenden con la variedad del colorido del folclor de Colombia… generalmente preguntan si somos de diferentes países
Por: Jorge Consuegra (Libros y Letras)
– ¿Desde siempre su mundo estuvo rodeado de música y color?
– Por fortuna mi familia siempre ha sido muy cercana al arte y desde pequeños nos llevaban a ver espectáculos…A mi me gustaron desde mi temprana edad las manifestaciones culturales en los pueblos. Eso marcó el derrotero de mi vida. A mi madre la veía siempre cosiendo ropa de fantasía y ella fue quien diseñó los primeros vestidos para mi grupo de ballet.
– ¿Cómo fue su infancia en ese mundo de solfeos, pentagramas, coreografías?
– La danza se presentó en mi infancia cuando estudiaba. En los colegios siempre me escogían para bailar en las sesiones solemnes. Era algo que había nacido conmigo y quizá siendo tan niño no lo entendía. Me encantaba aprender coreografías y atendía mucho las que mis profesores escolares me enseñaban. Y en cuanto a la música, en mi casa se escuchaban dos tipos de música, la clásica y la folclórica. A mi padre le gustaba mucho que escucháramos este tipo de músicas.
– ¿A qué edad pensó que su futuro iba a ser sobre los escenarios bailándole siempre a Colombia?
– Nunca pensé en vivir mi vida bailando sobre un escenario tanto en Colombia como en el resto del mundo. Y todo se consolidó cuando me gradué de bachiller y mi padre murió en ese año. Las entradas cesaron y no pude entrar a la universidad. Me matriculé en el Sena para estudiar Administración bancaria la que alternaba con la danza porque es parte de la formación integral, escoger alguna de las manifestaciones artísticas y yo escogí la danza…Después del Sena pasé a los ballets de Pedro Alfonso, de Jaime Orozco, de Ligia de Granados, Ballet Nacional clásico de Colcultura y luego al de Sonia Osorio con quien hice varias giras.
– ¿Cómo fueron los inicios del Ballet Tierra Colombiana?
– Inicialmente Eucario Bermúdez, Eduardo Robayo y Henry Soto eran propietarios del Restaurante Tierra Colombiana que quedaba en los bajos del Hotel Tequendama. Ellos me llamaron para dirigir el grupo de baile del restaurante, el más elegante de la época, donde llegaban extranjeros y nacionales a cenar y presenciar los bailes folclóricos de Colombia. Realmente en un comienzo no me interesó porque lo que quería era bailar e irme a Europa a estudiar, pero cambié mi rumbo y probando me quedé en Colombia. El primer espectáculo que monté para Tierra Colombiana ganó el “Zipa de Oro” como el mejor espectáculo de Bogotá
– ¿Cuáles fueron las primeras dificultades que encontró en el camino el ballet?
– Las primeras dificultades como hasta hoy, la falta de apoyo estatal y empresarial. A fuerza de disciplina, talento, de fuerza, de tesón, he sacado adelante este proyecto que se ha convertido en la razón de mi vida.
– ¿Cuál fue el primer o los primeros países que visitó el ballet?
– Venezuela y Ecuador…Luego fuimos a Italia… Después a Bélgica, España, Francia, Holanda, Luxemburgo, Perú, Aruba…
– ¿Cómo reacciona los colombianos ante esa paleta de colores, música y nostalgia al otro lado de las fronteras?
– Mas que los colombianos, porque conocemos la multiplicidad de nuestros aires folclóricos, los extranjeros se sorprenden con la variedad del colorido del folclor de Colombia… generalmente los extranjeros preguntan si somos de diferentes países, porque se cambia de ritmos y de un baile a otro. Por ejemplo hay un abismo entre los movimientos y las cadencias del mapalé, el bambuco y el joropo y ellos quedan realmente sorprendidos.
– ¿Recuerda una anécdota especial de un colombiano, en algún país, ante la presentación del ballet?
– Muchas. Pero generalmente es conmovedor que los colombianos terminan de pie aplaudiendo y llorando…Es que afuera se siente la patria, el valor que tiene el folclor colombiano y que aquí en nuestro país no queremos reconocerlo. Pocos empresarios, periodistas y funcionarios del Estado, reconocen nuestro esfuerzo. Y a la juventud nada le interesa el folclor colombiano. Ahora hay otros ritmos que los enloquece. Hoy vemos los programas de televisión y escuchamos la radio con acentos que nos producen tristeza. Y nuestra lucha por que la verdadera esencia de nuestro folclor permanezca, se desvanece infortunadamente.
– ¿Más que disciplina y constancia, qué ha hecho para que el ballet se mantenga vigente?
– Lo más importante es crear una institución que es una empresa organizada. “Tierra Colombiana” es todo un proyecto de vida donde en la Academia empiezan los niños desde los 4 años, pasan al ballet infantil, al juvenil, luego al profesional y al ballet dorado que son mayores de 50 años. Debo reconocer que tras la Fundación del Ballet Tierra Colombiana hay un gran equipo de apoyo como los profesores, la gestión cultural, prensa, vestuario, administrativa, que hacen una empresa cultural. Todo este conjunto es el que se encarga de mantener la calidad de los servicios que prestamos como escuela y como espectáculo y por supuesto no debemos olvidar el apoyo de los padres de familia.
– ¿Qué planes inmediatos hay para el 2015?
– Haremos una gira internacional por Europa y varias giras nacionales. Continuar con la escuela que es un semillero de artistas. Cosechar para Colombia muchos más premios como los recibidos en años anteriores como son las 5 coronas de Oro que hemos traído de Europa como el mejor grupo de baile internacional. Igual en los concursos nacionales. Y hacernos merecedores de más reconocimientos como el otorgado en el 2005 por el gobierno nacional por intermedio del Congreso de la República con la condecoración de la Orden de la Democracia Simón Bolívar en el Grado de Cruz Comendador. O el homenaje de la Gobernación del Departamento de Boyacá, en el marco del Festival “Alfombra Roja” para el arte de la danza colombiana en 2011 y 2013. Premios que fueron otorgados durante el Festival Internacional de la Cultura de Boyacá, por último en el año 2013 el concejo de Bogotá, me otorgó la condecoración “La Cruz de Oro”.
– ¿El país más lejano en donde se han presentado?
– Hemos hecho presencia en los lugares más lejanos del mundo. En el 2010 el Ballet Tierra Colombiana, viajó a Corea por dos meses, y el profesionalismo de nuestros artistas, enloqueció los escenarios de ese lugar asiático tanto, que se quedaron 5 meses. Mostramos ritmos como el currulao, el mapalé, el joropo y la presentación del Carnaval de Barranquilla. Así mismo samba, mambo, rumba flamenca y un montaje especial con música coreana. En Jinju 1500 personas les ovacionaron de pies. Recorrimos ciudades como Seoul, Chuchaen, Wanyuo, Incheon, Daegu, Gaudeogi, Sokcho y Busan, entre otras.