Una Bogotá apocalíptica será el escenario de la novela “Control Z”,En esta ágil novela de anticipación, una epidemia convierte a los habitantes de la capital en criaturas insaciables que devoran todo lo que se les atraviesa. Boris, un músico en busca de la metalera de su vida, queda atrapado en medio de la hecatombe junto con su abuelo, un periodista amarillista y Sara, una joven cautivadora.
Juntos tratan de abandonar la ciudad por cualquier medio. Mientras tanto, el gobierno huye, los pudientes organizan su retirada, y el ejército dispara a diestra y siniestra.
Este relato bien logrado seguramente captará la atención no sólo de los fanáticos del género zombie, sino de todo aquel que quiera disfrutar una entretenida sátira de la realidad capitalina.
Con esta primera novela, el joven autor bogotano F.M.J. hace gala de un estilo tan divertido como crítico. “Todos somos zombis en potencia” observa el escritor. “Por nuestra agresividad en el bus, y nuestra actitud a la defensiva en la calle, muchas veces solo necesitamos una chispa para explotar.”
En entrevista con Vivants.co, el joven autor explica por qué eligió el tema zombi como sátira para hacer crítica a la sociedad en la que vive día tras día:
¿Por qué escogió el tema zombi?
Es un símbolo fuerte : representa la anulación de la voluntad propia y de todo rasgo individual. Esta masificación de los comportamientos es típica de Bogotá y más allá, de toda sociedad occidental. Con el sistema capitalista, se han ido masificando no solo las prácticas de consumo sino también nuestros gustos : los libros que leemos, las películas que vemos, lo que comemos… Todo se viene uniformizando. Por esta razón, desde hace unos años, hay una tendencia global en la que el zombi dejó de ser un género B, de subserie barata. Y el tema de la epidemia incontrolable, en el que todos revelan su verdadera personalidad frente al peligro, es un clásico, como en La Peste, de Albert Camus.
¿Colombia, dentro de este género, tiene su toque particular?
Hay mucho más potencial para un evento apocalíptico en una sociedad tan desastrosa como la colombiana que en cualquier sociedad del “primer mundo”. Por un lado, por el sistema de salud que es más precario y no daría la talla frente a una epidemia de estas proporciones. Y más que todo, porque es una sociedad bastante compleja, muy conflictiva, muy desigual… Llevamos 60 años de guerra civil, con una desigualdad tremenda y una división muy marcada de la población en “estratos” sociales. Es un caldo de cultivo perfecto para una invasión zombi. Si ciertos sectores de la sociedad, los más pobres, se pusieran a pelear por la fuerza, tendríamos un desenlace terrible. Pero por alguna razón absurda, sigue funcionando -para ser sincero, no sé cómo.
Por esto termina destruyendo a Bogotá en su novela…
No es que me parezca placentero, pero dada la situación actual, las falencias estructurales y culturales, me pareció, por lo menos de manera fantasiosa, que era lo más sencillo : volver a empezarlo todo. Esto no impide que yo sepa disfrutarme Bogotá, que representa para mí un bombardeo permanente de información para crear ficción. Soy un producto de esta ciudad : aquí he crecido y la he ido descifrando. Y yo mismo tengo mis momentos zombis. Por inercia, por violencia verbal, por nuestra actitud a la defensiva, todos somos zombis en potencia. Solo necesitamos una chispa, que muchas veces puede darse solo por el tráfico vehicular…
La novela saldrá al público este 31 de octubre, una fecha idónea para captar la atención de los lectores en un análisis muy diferente sobre la sociedad colombiana.