El Secretario General de la ONU afirmó hoy que se requieren más fondos para hacer frente al brote de ébola en África Occidental y solicitó a los socios internacionales, líderes comunitarios y a los Estados miembros mantenerse vinculados en la solución de esta epidemia.
Ban Ki-moon participó en una reunión informativa de la Asamblea General sobre esa crisis sanitaria, en la que se ofreció una evaluación detallada sobre los esfuerzos que realiza la comunidad internacional para mitigarla y se reconocieron los avances alcanzados en los países más afectados: Guinea, Sierra Leona y Liberia.
Ban reconoció que el apoyo recibido de la comunidad internacional ha sido fundamental; sin embargo, señaló que son necesarios más recursos para ajustar la respuesta, controlar las cadenas de transmisión y poner fin al brote.
“El Fondo Fiduciario se ha agotado por el financiamiento de deficiencias en áreas prioritarias. Necesita del apoyo continuo. Pido a todos los Estados miembros que sigan manteniendo este ímpetu enorme que hemos logrado y que sigan dando prioridad a la respuesta”, dijo.
El presidente de la Asamblea General, Sam Kutesa; el enviado especial de la ONU para el ébola, David Nabarro; y el nuevo representante y jefe de la Misión de la ONU para la Respuesta de Emergencia al Ébola (UNMEER), Ismail Ahmed Ould Cheikh, también intervinieron en la reunión.
Además, según publica la agencia ‘Prensa Latina’, la secretaria general adjunta de la ONU Valerie Amos y el enviado para el Ébola, David Nabarro, explicaron que de los mil 500 millones de dólares necesitados, ya están disponibles 500 millones.El dinero recibido en 2014 fue destinado a reducir los nuevos casos en Liberia, Sierra Leona y Guinea, los tres países más golpeados por el brote viral, precisaron en la ciudad suiza de Davos, donde sesiona el Foro Económico Mundial.
Durante su discurso Nabarro recordó que el 25 de enero comenzará una sesión especial de la Junta Ejecutiva de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para evaluar cómo manejar de manera más eficiente las emergencias sanitarias que pudieran surgir en el futuro.