Chuzadas DAS: “La Mata Hari” se infiltró en la Corte y logró obtener expedientes de parapolítica
Gran polémica se generó a raíz de la entrevista que concedió el exsubdirector de Fuentes Humanas del DAS, William Romero, al diario El Espectador en la que declaró que las interceptaciones ilegales, más conocidas como las ‘chuzadas’ tenían como propósito grabar a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Además en las declaraciones entregadas dijo que la detective conocida como “La Mata Hari” reconquistó a un exnovio policía, se infiltró en la Corte y logró obtener expedientes de la parapolítica, todo según, por orden de la exdirectora del DAS María del Pilar Hurtado.
“¿Cómo surgió el plan para espiar a la Corte Suprema de Justicia?”, le preguntaron. “En la administración de Andrés Peñate, bajo una operación de inteligencia ordenada por él, a través de la doctora Martha Leal, entonces encargada de la Dirección de Inteligencia. La orden era ubicar fuentes humanas y agentes de control para obtener información privilegiada en el Congreso y en las altas cortes, con destino al presidente para que tomara decisiones en relación con su gobernabilidad”.
“El plan fue planificado durante la era Peñate, pero no se ejecutó con éxito porque no había gastos de operación ni personal. En mayo de 2007 es nombrado el capitán Fernando Tabares como director de Inteligencia y su perfil dinamiza los planes de acción. La entonces subdirectora María del Pilar Hurtado era la ordenadora de los gastos reservados y empiezan a aprobar los planes operacionales del DAS de acuerdo con los objetivos institucionales. La detective Alba Luz Flórez, hoy conocida como ‘Mata Hari’, fue postulada para recolectar información del blanco político: las cortes y el Congreso. Se llamó Plan Escalera, un operativo de contrainteligencia de Estado. Éste tenía una fachada y unos gastos de operación. En la actualidad, Peñate dice no saber nada, pero en febrero de 2007 me llama al despacho y me dice: “William, tenemos que sacar adelante todos los retos, necesito que me dé resultados en la Corte Suprema de Justicia, ubicar qué pasó con el reloj Rólex’ del magistrado Yesid Ramírez”. Todo empezó en noviembre del 2006”, agregó. Respecto al reloj, William Romero aseguró que se trataba de comprobar que el reloj había sido comprado por el narcotraficante Giorgio Sale para regalárselo al magistrado Ramírez.
El exsubdirector, también narró detalles sobre el modus operandi de la “Mata Hari”, desde sus inicios como detective, hasta el entrenamiento que recibió para interceptar a magistrados, recopilar información, y como hacían para grabar las conversaciones.
“Empezó merodeando el Congreso pero se dio cuenta de que en la Corte Suprema estaba como jefe de seguridad un exnovio suyo. Lo reconquista y éste le da ingreso operacional al señalarle potenciales personas que le pudieran servir. Aunque llevaba meses intentado infiltrase, sólo hasta finales de 2007 lo logra en la Corte”.
“Durante dos meses la capacitamos en reclutamiento, manipulación de fuentes humanas, recolección de información y labores de calle. Me apoyó Hamilton Nonato, el oficial del caso. Le dimos un apartamento fachada y ella empezó a llevar una doble vida como vendedora de productos de belleza”.
Cuando ella se toma confianza con su red adentro de la Corte empieza a “pedirles finura”. A todos les decía: “¿Ha escuchado cosas irregulares aquí? Dígame, que es información para el presidente”. Y al capitán Tabares se le reportaba lo que le decían a la Mata Hari los escoltas infiltrados. Esos escoltas tomaban notas de todos los movimientos de los magistrados y contaban. Lo segundo fue la exigencia de expedientes. Ellos los sacaron de la Corte, muchas veces en ese desorden administrativo había dos o tres copias del mismo proceso y se sacaban. Ahí ellos mostraron que tenían todo el acceso al blanco. Con semejantes resultados se dio la orden de poner una grabadora en la Corte. El DAS tenía como 10 grabadoras entregadas por la CIA que podían valer entre $15 y $50 millones cada una. Pero todas tenían un chip que identificaba que eran del DAS. Si las encontraban quedábamos al descubierto. Así que nunca utilizamos esas, sino otras que compramos. El lío no eran tanto las grabadoras como convencer a las fuentes de que grabaran, que asumieran el riesgo. Pero las señoras de los tintos y los policías se peleaban por el aparato para grabar.
Por otro lado, Romero explica el episodio de un reloj Rolex que el temido narcotraficante Giorgio Sale le regaló a un Magistrado de la Corte.
“Martha Leal como directora de inteligencia nos ordena ubicar la factura con la que el narcotraficante Giorgio Sale compró un reloj Rólex que le regaló al magistrado Ramírez. Desplegamos fuentes humanas y agentes de control para esa verificación”.
Por último, el exsubdirector dice que se arrepiente haber creído en el presidente y en los protocolos que fueron manipulados por las órdenes ilegales que nos dio el alto gobierno.
María del Pilar Hurtado guardaba en el disco de un computador portátil todas las órdenes que había recibido para realizar las interceptaciones ilegales, pero este le fue hurtado en un asalto a su casa en Panamá. Los funcionarios del CTI de la Fiscalía y de la Dijín de la Policía que viajaron con ella desde Panamá dicen que cuando le preguntaron si ella había guardado una copia ella no respondió, y lo único que acertó a pedir fue que a su llegada no estuvieran presentes los medios de comunicación y que le brindaran todas las garantías de seguridad.