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El escalofriante relato de alias “el desalmado” sobre cómo asesinó a sangre fría a los 4 niños en el Caquetá

Las víctimas del "desalmado"
Las víctimas de alias “el desalmado”
–Sin inmutarse, ni mucho menos dar muestras de arrepentimiento, Christopher Chávez Cuéllar, alias el “el desalmado” confesó ante un juez la forma como asesinó a los los hermanitos Laura Jimena, Juliana, Deinner Alfredo y Samuel Vanegas Grimaldo, en hechos ocurridos en una humilde vivienda ubicada en la vereda Las Brisas de Florencia, Caquetá, el pasado 4 de febrero. Sin embargo el sujeto no aceptó los cargos imputados por la fiscalía.

Alias “el desalmado” narró que ordenó a los menores acostarse en el piso y procedió a disparárles a corta distancia y que lo hizo por temor de perder los 500.000 mil pesos pactados para desterrar a la familia Vanegas Grimaldo y atendiendo la orden de Jenderson Carrillo Ordóñez, alias ‘Chencho’, sicario que lo acompañó esa noche.

A continuación transcribimos la confesión:

“El 3 de febrero por la noche recibí una llamada de ‘Heinner’, donde me dice que suba a la casa de él que me tiene un trabajito. Cuando llegué, me presentó a un muchacho Édison (Vega García),el cual me manifiesta que una viejita que se llama Luz Mila paga 500.000 pesos para que atemorice y desplace al señor Jairo Vanegas junto con su familia. Me dice que si ellos no se van no me pagan la plata. ‘Heinner’ me dice que tenga cuidado porque Jaime y su esposa son peligrosos y tienen armas, que varias veces han intentado sacarlos, pero ellos no se han ido. Entonces debo tener más cuidado con la señora que es más atrevida y que para no perder el viaje debo asesinarlos o de lo contrario ellos no se iban.

‘Heinner’ me pasa un revólver Smith & Wesson calibre 32 con 14 tiros, para con ese fierro cometer el hecho, también me pasa un revólver calibre 38 niquelado, que fueron las dos armas que se llevaron a los hechos”, confesó Christopher Chávez Cuéllar, alias el ‘Desalmado’.

“El día de los hechos me levanté a las 9:00 a.m., me organicé y salí para el centro a pagar los recibos de la casa y a las 4:30 p.m. Éison me llama para saber si ya estoy listo, yo le dije que sí, entonces él me dice que nos veamos una hora después pasando el cuarto túnel a mano izquierda, en una casa que estaba abandonada.
Yo me demoro en llegar al sitio, salí faltando un cuarto para las 6:00 p.m., la demora fue esperando a ‘Chencho’ para que arreglara la llanta trasera de la moto y poniéndola full de gasolina.

Cuando llegamos al cambuche de la familia Vanegas Grimaldo, cuadramos la motocicleta a la orilla de la carretera en el sentido hacia Florencia…Al llegar saludamos y un muchacho como de 12 años desde adentro nos contestó parado en la puerta, el muchacho salió por al frente alumbrando con una linterna y le pregunté por Jairo Vanegas, y un joven de aproximadamente 17 años, hermano de la persona que nos recibe, dijo que el papá ni la mamá estaban y que podían estar siete kilómetros más abajo en la casa de la tía.

Yo le digo a uno de los jóvenes que me acompañe hasta la casa de la tía que tengo un mensaje para los padres, ellos me dicen que no pueden dejar la casa sola porque los vecinos se la queman, yo le digo que se quede uno y que el otro vaya conmigo hasta donde está el papá. El hermano mayor se monta en la motocicleta AKT blanca con negro, en medio de los dos, ‘Chencho’ le dice que cuidado al pasar por la Base Militar con hacernos bulla. Parqueamos la moto a la orilla de la carretera, pero en la parte derecha bajando, y de ahí subimos los tres el barranco y el joven iba adelante. Llegamos a la casa, él llamó al papá, pero la hermana salió y le dijo que ni la mamá ni el papá estaban, que estaban el Florencia porque el papá se había enfermado. ‘Chencho’ entró y registró la casa con el arma en la mano y no estaban los padres, ya entonces los hermanos fuera de la casa nos preguntaron qué cual era el mensaje que les traíamos a los padres, ‘Chencho’ dijo que de parte de la guerrilla necesitaba a Jairo y a la esposa para arreglar un problema de tierras.

Como a las 8:30 p.m. ‘Chencho’ me dijo que hacía mucho frío y como los viejos no estaban, entonces que matáramos a todos los muchachos, esto me lo dijo pasito, para que no escucharan los otros niños. Yo le dije a ‘Chencho’ que los entrara y él los entró y les dijo que se acostaran boca abajo y los niños se fueron a acostar en la cama y él dijo que en el suelo y boca abajo en la pieza del fondo, acomodándose uno cerca del otro, luego me dijo que los matara y yo les disparé. Empecé con el mayor, porque él estaba en la orilla, seguí pegándoles de un tiro en la cabeza a cada uno como estaban acomodados en el suelo. La niña de 14 años fue la última que matamos y quedó encima de sus hermanos. El niño de 12 años lo vi cuando saltó la ventana y no lo pude alcanzar.

‘Chencho’ empacó el computador y salió con un bolso terciado en la espalda y en su regreso hacia el pisado coge el tizón y escribe en el suelo FARC’.

En la fuga, ‘Checho’ guarda en el sillón de la moto las dos armas y huyen a toda velocidad hacia Florencia. La moto se pincha y me obliga a tomar un taxi para llegar a su casa en el barrio Nueva Colombia de Florencia. ‘Chencho’, en el reencuentro le relata que chocó contra otra motocicleta que lo dejó mal herido”, relató en su interrogatorio Christopher.

Al día siguiente de los hechos, ‘Checho’ arregló la moto en el barrio Minuto de Dios y Cristian llegó en taxi al barrio El Raicero a reclamar los 500.000 pesos de las manos de ‘Heinner’.

Horas después, mediante llamada telefónica, ‘Heinner’ le dijo a Christopher que desapareciera la moto, por los retenes, porque salió en los periódicos y porque los operativos eran intensos. ‘Heinner’ me ordena desguazarla y enterrarla, teniendo en cuenta que ya no podía salir de la ciudad. ‘Checho’ llegó a la casa de la mujer de Christophery en el patio la entierran. “Luego me dice ‘Chencho’ que se le debe echarle piso de cemento al patio, yo fui a la ferretería, compré dos bultos de cemento y utilizamos arena del patio. Mi mujer y mis dos hijos no sabían nada de la moto”.

La Fiscalía preguntó por la motocicleta. Según el ‘Desalmado’ la moto fue robada el año pasado en el cruce de Acevedo-Huila. Aseguró que la información que tenía es que la moto estaba en los patios de Tránsito de la Policía Nacional y que mediante soborno de 200.000 pesos a un patrullero de Tránsito, la moto salió de los patios sin antecedentes ni problemas.

Por la masacre de los niños, además de Christopher Chávez Cuéllar, alias el ‘Desalmado’, están detenidos Jenderson Carrillo Ordóñez, alias ‘chencho’, quien se entregó a la Policía y aceptó que participó en la matanza; los hermanos Aleiser García Ramírez y Édison Vega García y Luz Mila Artunduaga, esposa de Silvio Martínez, un vecino con quien Jairo Vanegas, padre de las víctimas, había tenido enfrentamientos por tierras. Es señalada por las autoridades como la autora intelectual del crimen. (Información con la colaboración de la periodista María del Carmen Villalba del diario La Nación de Neiva)

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