Carlos Gaviria: Contradictores y copartidarios rinden sentido homenaje al maestro de las leyes, la ética política y la paz
–Un sentido homenaje rinden hoy contradictores y copartidarios, a Carlos Gaviria Diaz, el maestro de las leyes, la ética política y la paz, magistrado y dirigente de izquierda, quien falleció a los 77 años la noche de este martes en la Clinica Fundación Santa Fe de Bogotá por problemas respiratorios.
“Lamentamos muerte de ex magistrado Carlos Gaviria. Gran jurista y colombiano. Enorme pérdida para el país. Condolencias para sus familiares”, escribió en su cuenta en Twitter el presidente de la República, Juan Manuel Santos.
“El doctor Carlos Gaviria Díaz fue mi profesor y mi contradictor, siempre debatí con él, siempre admiré su cultura…”, reseñó por su parte el expresidente y senador Alvaro Uribe Vélez, quien añadió:
“… su versación jurídica y filosófica y la claridad de su exposición. Observé positivamente que sus ideas políticas nunca lo llevaron a abandonar su preferencia por el Estado de Derecho como forma de organización de la sociedad. Me cupo el honor de imponerle el Escudo de Antioquia. Su partida deja un vacío en el foro. Para confrontarlo se requería estudiar. Confieso que las profundas discrepancias nunca me llevaron a restar la admiración y el afecto que nacieron de los salones de clase de la Universidad de Antioquia en 1971. Hago llegar a su señora y a su familia mis más sentidas condolencias”, concluye Uribe Vélez.
“Ha muerto un gran hombre colombiano. Carlos Gaviria, maestro de la Democracia”, trinó el alcalde mayor de Bogotá Gustavo Petro.
El presidente del Senado José David Name Cardozo, también lamentó fallecimiento de Carlos Gaviria Diaz.
“Tristeza por el fallecimiento del Ex magistrado Carlos Gaviria Díaz, mi solidaridad y oraciones por sus familiares. Descanse en paz”, escribió Name Cardozo.
Carlos Gaviria, abogado y profesor universitario, era oriundo del municipio de Sopetrán, Antioquia (8 de mayo de 1937). Aunque no era creyente, se casó por la Iglesia con María Cristina Gómez, con quien tuvo cuatro hijos: Juan Carlos, Jimena, Natalia y Ana Cristina.
Fue magistrado y presidente de la Corte Constitucional, entre 1993 y 2001.
Luego, en el 2002 fue elegido senador por el Frente Social y Político, movimiento que agrupaba a varios sectores de izquierda.
Carlos Gaviria fue elegido por voto popular para representar al Polo Democrático Alternativo como candidato a la presidencia de Colombia, para el periodo 2006 – 2010, venciendo en la consulta a Antonio Navarro Wolff.
En las elecciones del 28 de mayo de 2006, confrontó a Alvaro Uribe Vélez, quien obtuvo la presidencia de la república. Gaviria Diaz logró, sin embargo, una votación histórica para la izquierda colombiana.
Tras este proceso electoral, fue nombrado presidente del Polo, cargo que ocupó hasta el 11 de junio del 2009, cuando renunció para lanzar su precandidatura presidencial para la Consulta Interna del partido, la cual perdió ante Gustavo Petro.
Carlos Gaviria fue hospitalizado en la Fundación Santa Fé el pasado 14 de marzo, debido a una fuerte afección respiratoria. Falleció a las 9 y 45 de anoche.
El senador del Polo Democrático Iván Cepeda destacó en primera instancia un pensamiento de Carlos Gaviria: “Colombia necesita pensar la política de otra manera; ejercerla a través de los medios de civilización y respeto”.
Cepeda añadió que Gaviria fue “un gran hombre, sus lecciones, humanismo, su labor como magistrado, maestro universitario, jurista y también como hombre de izquierda y un demócrata, quedarán por siempre en nuestra memoria como un ejemplo a seguir de la vida política”.
El Polo Democrático Alternativo en su página web publicó la siguiente reseña:
Carlos Gaviria Díaz: un Maestro: Por Rodolfo Arango
A la edad de 77 años falleció este martes 31 de marzo en Bogotá el maestro Carlos Gaviria Díaz, uno de los principales referentes de la izquierda colombiana al comenzar el siglo XXI, como consecuencia de una fuerte afección respiratoria, por lo cual había sido internado en la Fundación Santa Fe.
El Comité Ejecutivo Nacional del Polo Democrático Alternativo, su presidenta, Clara López Obregón; el secretario general, Gustavo Triana Suárez; la bancada de congresistas, diputados y concejales de esta colectividad en todo el país, al lamentar su sensible fallecimiento, resaltaron las eximias calidades humanas, profesionales y políticas del maestro Carlos Gaviria.
La presidenta del Polo, Clara López sostuvo que la fecunda vida de Gaviria es testimonio de coherencia con sus convicciones y ejemplo de rectitud, habida cuenta que durante su rica trayectoria como juez, docente universitario, magistrado, congresista y dirigente político, dio muestras de sobra de dignidad y compromiso con los supremos valores de la ética, la democracia, la defensa de los derechos humanos, el pluralismo y la apertura de espacios ciudadanos para avanzar en una Colombia en paz, sustentada en la decencia, como fue el lema de su última campaña política.
Para Colombia, para la izquierda del país y particularmente para el Polo Democrático Alternativo, que lo tuvo como a uno de sus fundadores y candidato presidencial en 2006, su fallecimiento deja un profundo vacío por el liderazgo y la magistratura intelectual, moral y política que ejercía.
Al lamentar profundamente su partida, el Polo Democrático hace llegar su sentida expresión de condolencia y su saludo de solidaridad a su esposa María Cristina, a sus hijos, familiares y allegados.
La constante búsqueda del conocimiento
Como bien lo describió el destacado periodista Fernado Garavito en una nota publicada en El Espectador de Bogotá en el año 2000, “en Carlos Gaviria juega un intuitivo proceso de selección natural de las ideas, de aciertos, de seguridades, de pequeñas -y también de enormes- sabidurías”.
Porque Gaviria fue un espíritu auténticamente dialéctico, “de una desconcertante disciplina intelectual, de un discurso con el rigor que tenía el de los viejos patricios, fundamentado sobre silencios y lecturas, sobre afirmaciones e iluminaciones. En Gaviria juega un luminoso e intuitivo proceso de selección natural de las ideas, de aciertos cuando se trata de escoger un camino preciso. Si se quisiera hacer su biografía sería secundario decir que nació en Sopetrán el 8 de mayo de 1937 y que es abogado de la Universidad de Antioquia, y que fue juez en Rionegro durante un año (del 12 de enero de 1962 al 12 de enero de 1963 para cumplir, sin un minuto más, sin un minuto menos, con la obligación de la judicatura), y que practicó el derecho y fue defensor en consejos de guerra de estudiantes y de sindicados de delitos políticos, y que luego fue maestro (que no es lo mismo que ser profesor) universitario, y que fue magistrado de la Corte Constitucional”
Entre los diversos autores que tuvo como referentes intelectuales destacan Kelsen, Wittgenstein, Spengler, Kant, Borges, de quienes aprendió el rigor y la obsesión por la claridad con que confrontaba cada día su acción y su pensamiento.
En la Universidad de Harvard cursó su maestría en derecho y ejerció por varios años la docencia en la Universidad de Antioquia, donde se desempeñó además como decano de su facultad.
También se destacó como activista y defensor de derechos humanos, lo que le obligo a salir del país, debiendo exiliarse en Argentina en 1987.
Fue magistrado de la Corte Constitucional entre 1993 y 2001, y presidente del mismo tribunal en el año 1996. Al terminar su periodo de magistrado ingresó a la actividad política, logrando una curul en el senado en 2002 con una importante votación que superó los 150 mil votos. Fue un decidido impulsor de la fundación del Polo Democrático Alternativo y en 2006 disputó la Presidencia de la República, obteniendo un contundente respaldo de dos millones 600 mil votos, el máximo guarismo electoral que ha logrado la izquierda en Colombia.
Durante su fructífera vida, Carlos Gaviria estuvo siempre inmerso en la búsqueda del conocimiento, tratando de descifrar a un país de las complejidades como Colombia, no solo a través de sus clases en las aulas universitarias, como bien lo describió Garavito, “(que alguna vez fueron de Teoría general del delito y luego de Introducción del Derecho, y que después pasaron a ser de Teoría general del Estado y de Filosofía del Derecho), sino en su pasión por el problema humano, en el recuerdo persistente de sus cursos de Harvard (de Iuris Prudens, con Lon L. Fuller, y de Teoría Política, con Karl J. Friederich), en su convicción de que la política es el arte de ver claro, “claridad que debería habilitarlo a uno para la acción”, en su adhesión al maravilloso ideal anarquista de la inutilidad de un gobierno, en sus ponencias esenciales que enseñan comportamientos a un país sin norte alguno: sobre la eutanasia, sobre la despenalización del consumos de dosis mínima de droga, sobre las jurisdicciones indígenas que obligan a respetar la autonomía de grupos étnicos que no comparten la cultura hegemónica, en su salvamento de voto en torno a la prohibición del castigo a los niños (“no podemos entender que en Colombia la violencia sirve inclusive para educar”), y en la iluminada seguridad como acepta que él es un humanista, tal vez un romántico convencido de que Bertrand Rusell tenía una enorme razón cuando comenzó sus memorias con una sentencia categórica: ‘Tres pasiones simples pero abrumadoramente fuertes han gobernado mi vida: el ansia de amar, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad’”.