Salud

El chikunguña se quedó en Colombia: Prevención y control

Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, uno de los factores principales en la prevención y el control del chikunguña se basan en la aplicación de repelentes con componente IR3535, DEET o Icaridina, respetando estrictamente las instrucciones de uso del producto.[1] Sin embargo, según la edad de aplicación del usuario puede variar el tipo de repelente que debe usar. Un repelente no adecuado puede causar serios problemas en la salud de los seres humanos, especialmente niños y adultos mayores.

Según el Instituto Nacional de Salud, en Colombia hay 258 mil casos confirmados de chikunguña[2]. Las ciudades con mayor prevalencia son Cúcuta con 27.060 casos, seguido de Neiva con 17.040, Cartagena con 12.586 y Sincelejo con 11.778.[3]
Según la doctora León “las poblaciones que se encuentran en mayor riesgo son las madres gestantes, los pacientes mayores de 65 años y por sobre todo los recién nacidos”. “Hasta el momento se han podido relacionar casos de abortos espontáneos en embarazos con pocas semanas de gestación en madres que han sido infectadas por el virus del chikunguña. Así mismo gracias a las enfermedades concomitantes, como la hipertensión o la diabetes, los adultos mayores pueden deshidratarse fácilmente o presentar eventos coronarios”, aseguró la especialista.

Indicaciones de los componentes

Los repelentes que contienen IR3535 son los más seguros y por su amplia cobertura puede proteger a las personas no solo del mosquito trasmisor del Chikunguña, sino de otros insectos como las garrapatas, evitando el contagio de otras enfermedades.

Pueden ser usados por niños, por adultos mayores y en todas las poblaciones, inclusive son los únicos repelentes aprobados en algunos parques naturales por no tener ningún efecto tóxico y contar con un alto perfil de seguridad.

Son suaves al contacto con la piel, sin embargo debe aplicarse con extremo cuidado en zonas como el rostro.

El componente puede ser identificado en la parte trasera de los empaques de los repelentes con la palabra aminopropinato ó Ethyl Butylacetylaminopropianato.
Los repelentes con este componente se pueden aplicar varias veces durante el día sin que esto represente peligro alguno tanto para niños, como para los adultos y las personas mayores, pero siempre respetando el número de aplicaciones recomendadas en el empaque.

El DEET se caracteriza por su rápida y eficiente absorción, sin embargo debe usarse de manera controlada pues puede afectar la piel y otros órganos.[5]
Según la FDA[6] y la American Academy of Pediatrics este componente no se recomienda en niños menores de 2 meses.

La AAP (American Academy of Pediatrics) recomienda evitar el uso de protectores solares que contengan el repelente para insectos DEET en los bebés, particularmente en sus manos, pues los niños pequeños pueden pasarse la lengua por las manos o ponerse las manos en la boca.[7]

Según Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos – EPA, “después de aplicaciones repetidas causa hormigueo, irritación leve y algunas veces descamación, causando dermatitis por contacto y exacerbación de enfermedades cutáneas preexistentes” 3.

Según el HealthLinkBC del Programa HealthGuide aC del Ministerio de Salud de Columbia Británica y el Ministerio de Salud de Canadá, para infantes entre 7 meses y 2 años se puede considerar una aplicación al día, en una concentración igual o menor a un 10%.[8]Para los niños de 2 a 12 años también es recomendable el uso de repelente con 10% o menos del componente DEET, sin ser aplicado más de tres veces al día.6 Para adultos o mayores de 12 años de edad, se aconseja la aplicación de repelente que contenga menos de un 30% de DEET.6

· Icaridina[9]

Este componente es casi incoloro e inodoro, pues no emite olores fuertes a la hora de ser aplicado y se evapora rápidamente cuando se seca. Aunque no mata a los insectos, este ha demostrado ser un efectivo repelente de mosquitos y moscas; sin embargo es tóxico para los peces.

Requiere de su re aplicación luego de 8 horas y se recomienda extremo cuidado en zonas como los ojos y las manos, evitando la intoxicación por esta sustancia; pues aunque es poco común, se han presentado casos de irritación e inflamación por este componente.

Se ha comprobado que este componente no es recomendado en altas dosis, pues su uso exagerado puede afectar órganos como los riñones o incluso disminuir el peso de las personas.