Internacional

No habrá normalización completa de las relaciones EE.UU y Cuba hasta acabar embargo

PANA- OBAMA Y RAUL CASTRO

Estados Unidos admitió que no habrá una normalización “completa” de sus relaciones con Cuba hasta el fin del embargo comercial a la isla, algo que solo se resolverá “a largo plazo”, y confió en que en la ronda de negociaciones de esta semana se limen los últimos obstáculos para abrir embajadas.

Una alta funcionaria estadounidense, que pidió el anonimato, habló con los periodistas sobre las perspectivas para la cuarta ronda de negociaciones para restablecer las relaciones diplomáticas entre EE.UU. y Cuba, que se celebrará este jueves en Washington.

El presidente de Cuba, Raúl Castro, dijo la semana pasada que cuando nombre un embajador en EE.UU. lo que estará haciendo es “extender” las relaciones, pero para llegar a la fase de normalización “tiene que eliminarse el bloqueo completo y la base de Guantánamo debe ser devuelta”.

Estados Unidos considera que la normalización de relaciones tiene que llegar antes de la apertura de embajadas, pero la funcionaria estadounidense dijo estar de acuerdo, en parte, con Castro.

“Probablemente hay una diferencia en cómo interpretamos las cosas, pero no hay una brecha tan grande como algunos creen”, dijo la funcionaria en una conferencia de prensa telefónica.

La fuente subrayó que “la restauración de relaciones diplomáticas es el primer paso”, tras lo que vendrá “la designación de embajadores”, y recordó que el presidente estadounidense, Barack Obama, ya ha pedido al Congreso que levante el embargo a Cuba.

“Es cierto que unas relaciones completamente normales no incluyen un embargo económico, no incluyen sanciones económicas. Esa no es una relación política y económica normal. En ese sentido, en parte (Castro) tiene razón, pero eso es parte de una normalización (de relaciones) a largo plazo”, sostuvo la funcionaria.

No obstante, reiteró que el “estatus” de la base naval de EE.UU. en Guantánamo (Cuba) “no es parte de las conversaciones” para el restablecimiento de las relaciones, y no se tratará este jueves.

“El presidente (Obama) ha dejado claro que no tiene interés en tener esa conversación. Lo que acordó con el presidente Castro es el restablecimiento de relaciones. No puedo decir lo que pasará en el futuro con esto, pero no está sobre la mesa en este momento”, zanjó.

Sobre la preocupación de Castro por las “clases” a “periodistas independientes” que da la Sección de Intereses de EE.UU. en La Habana, la funcionaria replicó que “no es un secreto que a los cubanos no les gustan nuestros programas sobre democracia”.

Pero dijo que, por ahora, no hay intención de cambiar o cancelar ese programa y subrayó que los diplomáticos estadounidenses no dan clases, sino que son académicos y periodistas quienes lo hacen.

La funcionaria confirmó que el próximo 29 de mayo vence el plazo para que el Congreso estadounidense se pronuncie sobre la decisión de Obama de excluir a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, aunque podría tardar “un día o dos” más en entrar en vigor porque faltará su publicación en el registro federal de EE.UU.

“Por lo que yo sé, no hay ningún esfuerzo en el Congreso para bloquear la retirada de Cuba de esa lista”, afirmó.

También explicó que, para poder abrir una embajada en Cuba, EE.UU. debe enviar un aviso al Congreso con 15 días de antelación, pero los legisladores no tendrán el poder de impedir que se abra la misión.

Matizó que ese aviso podría enviarse incluso “antes de llegar a un acuerdo” con Cuba sobre la apertura de embajadas, para agilizar el proceso, y que no significará “necesariamente” que dentro de 15 días vaya a abrirse la legación.

La fuente se mostró “bastante optimista” de poder llegar a un acuerdo, a ser posible en esta ronda de negociaciones, que “satisfaga” los “requisitos” de EE.UU. para abrir una embajada en La Habana, y subrayó que ya se han resuelto varios de los puntos clave.

Consideró, además, que fue “muy útil” que Obama y Castro se reunieran en Panamá durante la Cumbre de las Américas en abril, aunque dijo que EE.UU. estaba “preparado” para mantener otra ronda negociadora justo después de ese encuentro y Cuba “no fue necesariamente tan rápida a la hora de estar dispuesta” a ello.