El Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) con base en Arusha, Tanzania, ha acusado al ex coronel del ejército Thenoeste Bagosora, de 67 años, de estar a cargo de las tropas y la milicia hutu Interahamwe, responsables del asesinato de más de 800.000 personas de la minoría tutsi o hutus moderados, algunos datos apuntan a que la masacre se cobró la vida de 937.000 personas.
Bagosora ha sido declarado culpable y condenado a cadena perpetua por el genocidio que asoló Ruanda en 1994. “El coronel Bagosora es culpable de genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra”, sentenció la corte del Tribunal Penal Internacional.
Bagosora fue director de gabinete en el Ministerio de Defensa durante la masacre en Ruanda. Con la sentencia del Tribunal Penal Internacional, la Justicia confirma a Bagosora como el principal instigador del genocidio ruandés.
El tribunal de Naciones Unidas ha sentenciado a 29 personas por el genocidio en Ruanda desde 1997. El más reciente fue el famoso cantante ruandés Simon Bikindi, quien fue condenado a 15 años de prisión por haber pronunciado un discurso en junio de 1994 en el que instó a los hutus a matar a la minoría tutsi.
Bagosora estaba acusado además de haber ordenado el asesinato de 10 soldados belgas de las fuerzas de paz de la ONU que estaban presentes en el país para mediar en la guerra civil que vivió Ruanda entre 1990 y 1993.
En el juicio, conocido popularmente como ‘Militar 1’, estaban procesados también a otros tres oficiales de alto rango del antiguo ejército de Ruanda.
Según el fiscal del ICTR, Hassan Bubacar Jallow, los cuatro “prepararon, planearon, ordenaron, dirigieron, incitaron, alentaron y aprobaron el asesinato de civiles tutsis inocentes”.
El difícil proceso judicial se ha prolongado durante seis años en los que se han acumulado numerosas pruebas, ocho veces más de las que se normalmente se utilizan, que además han tenido que ser traducidas a tres idiomas diferentes.
La matanza de tutsis, que se prolongó durante 100 días, se desencadenó después del asesinato del ex presidente ruandés, el hutu Juvenal Habyarimana, cuando su avión fue derribado. Los tutsis fueron asesinados con machetes y armas de fuego, por milicias, soldados del Ejército y la propia población civil, alentada por la emisora extremista ‘Radio Libre Mil Colinas’ y líderes locales.