Una gran polémica se ha desatado con el vídeo difundido a través de la red social Youtube, en donde se observa a un grupo de policías venezolanos ejecutando a un joven supuesto integrante de una banda criminal. En la grabación se ven los cadáveres de otras personas que al parecer también fueron ultimadas por los agentes.

Al ver el arma, el sujeto trata de voltear la cabeza para no mirar, pero uno de los efectivos le ordena que se ponga de frente. Obedece y a los pocos segundos suena la detonación, según puede verse en el video, grabado secretamente desde la edificación de enfrente.

Una vez que la víctima cae al piso, los uniformados proceden a arreglar la escena, moviendo sus piernas y luego echando agua sobre la sangre, presumiblemente para tratar de dar la impresión de que la víctima había muerto junto con sus compañeros, cuyos cuerpos aparecen al inicio del video.

El video fue suministrado al Nuevo Herald por una fuente confiable vinculada con los organismos de seguridad de Venezuela, pero la autenticidad de la grabación no pudo ser verificada independientemente.

Fuentes policiales señalaron que las muertes — reportadas la semana pasada como el resultado de un enfrentamiento entre policías y delincuentes en la localidad de San Vicente, un suburbio de Maracay, a unos 140 kilómetros al oeste de Caracas — llevó a los integrantes de la organización delictiva a “salir a la caza” de agentes del orden público, emboscando patrullas y lanzando un asalto masivo contra una comisaría, ataques que dejaron al menos dos uniformados muertos y dos heridos.

La ejecución y los ataques contra la policía se producen en medio de la creciente ola de violencia por la que atraviesa el estado Aragua, en que los organismos de seguridad tratan de combatir a estas grandes organizaciones criminales conformadas por la fusión de pandillas.

El video, presuntamente grabado la semana pasada, muestra cómo agentes de policía ejecutan a un hombre que tenían detenido. Dos de los efectivos toman al hombre de los brazos mientras un tercero le apunta a la cara con una pistola.

Fuente: El Nuevo Herald