–Las sequías, inundaciones, tormentas y otros desastres relacionados con el cambio climático han aumentado en frecuencia y gravedad en las últimas tres décadas y han llegado a convertirse en una amenaza para la seguridad alimentaria, alertó la FAO.
Un nuevo informe de la agencia de la ONU para la Alimentación y Agricultura indica que esos siniestros causan cada vez más daños al sector agrícola, especialmente en los países en desarrollo, lo que pone en riesgo su capacidad de producir alimentos.
El estudio, a propósito de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 21) en París, señala que entre 2003 y 2013 el promedio anual de desastres se duplicó con respecto a la década de 1980 y dejó pérdidas económicas de 1,5 billones de dólares.
Dominique Burgeon, director de la FAO para Emergencias y Rehabilitación, destacó el impacto económico negativo de las catástrofes en la agricultura, la ganadería, la pesca y la silvicultura, y lo que esto significa para las poblaciones que dependen de esas actividades.
“El principal hallazgo es que por lo menos el 22% del costo total de los desastres naturales recae en el sector agrícola. El informe va aún más allá y especifica que cuando se trata de desastres relacionados con el clima esta cifra alcanza 25%…en los países en desarrollo, el 75% de la población vive de la agricultura y ese sector paga el precio más alto por esos desastres”, subrayó Burgeon.
El estudio de la FAO asevera que los fenómenos meteorológicos extremos también obstaculizan la erradicación del hambre, la pobreza y el logro del desarrollo sostenible.
Además, advierte que la situación puede empeorar si no se toman medidas para fortalecer la resiliencia del sector agrícola y se aumentan las inversiones para impulsar la seguridad alimentaria y la productividad, así como para reducir los efectos nocivos del cambio climático.
La ONU ha señalado que los grandes desastres ocurridos durante los últimos 20 años han sido causados en el 90% de los casos por inundaciones, tormentas, olas de calor, sequías y otros fenómenos relacionados con el clima.
Según un estudio de la Oficina de la ONU para la Reducción de Riesgos de Desastres (UNISDR) y el Centro de Investigación sobre la Epidemiología de los Desastres, en las dos décadas pasadas los países que registraron más siniestros fueron Estados Unidos (472), China (441), India (288), Filipinas (274) e Indonesia (163).
Margareta Wahlström, directora de la UNISDR, explicó que, en parte, la alta incidencia de los desastres en esos cinco países, tiene que ver con la vasta extensión de sus territorios.
“Tengo que decir que los países, los cinco primeros, es porque son los más grandes. Tienen la población más grande, la geografía más grande, entonces es normal. También tienen una geografía muy diversa”, dijo Wahlström.
El estudio señala que desde la celebración de la primera Conferencia sobre Cambio Climático, en 1995, han muerto unas 606.000 personas y 4.100 millones han resultado heridas o damnificadas como resultado de los desastres relacionados con el clima.
Con respecto a las pérdidas económicas de esos fenómenos en 20 años, el informe afirma que están muy por arriba de los 1,8 billones de dólares calculados, ya que sólo el 35% de los reportes sobre siniestros incluyen esos datos. El estudio estima que los daños ascenderían hasta 300.000 millones de dólares anuales.
Wahlström aseveró que el mundo está pagando un precio muy alto en términos de vidas, además de que las pérdidas económicas constituyen un desafío mayúsculo para los países menos desarrollados, que deben combatir el cambio climático y la pobreza al mismo tiempo.
En este sentido, consideró que el acuerdo para la reducción de emisiones contaminantes que pueda alcanzarse en la Conferencia de París COP21 ayudará a reducir los daños causados por los desastres debidos al calentamiento global y el aumento del nivel del mar.