El presidente venezolano, Nicolás Maduro, prometió este sábado mantenerse en el poder “hasta el último día”, mientras la oposición busca su salida anticipada, al cerrar una manifestación para rechazar que Estados Unidos renovara un decreto que define a Venezuela como una amenaza.
“Es una locura lo que tienen: vamos contra Maduro, con esto, con aquéllo. Hagan lo que les dé la gana. Yo estoy aquí es para luchar. Y Maduro va a estar aquí hasta el último día que lo dejó Hugo Chávez”, proclamó el presidente ante una multitud de chavistas que se concentraron en el centro de Caracas.
En el este de la capital, miles de opositores salieron a las calles este sábado para exigir la renuncia del mandatario, que la oposición impulsa junto con un revocatorio y una enmienda para promover la salida anticipada de Maduro del poder.
El pasado 3 de marzo, el presidente estadounidense, Barack Obama, extendió por un año la declaratoria de “emergencia nacional” sobre Venezuela, alegando que la erosión de los derechos humanos y la persecución de dirigentes opositores continúa en el país.
“Cuando Obama firma el decreto le está dando luz a los terroristas aquí para que se vuelvan locos”, afirmó Maduro, por lo que prometió “denunciar el decreto hasta que Obama rectifique y lo derogue”.
Ataviados con camisetas y gorras rojas, miles de chavistas marcharon por las calles del centro de Caracas, al grito de “¡Yankees, go home!” y “¡Maduro no se va!”.
Portando una boina roja como la que usaba Chávez cuando vestía el uniforme militar, Yusmeli Castro (56) dijo a la que salió a protestar porque “el pueblo está en pie de lucha para que los gringos no nos quiten la revolución”.
Disfrazado con una máscara y una cola de ratón para mofarse de la “rata” de Henry Ramos Allup, presidente del Parlamento de mayoría opositora, José Miguel Zerpa (36) aseguró a la preocupa la convocatoria opositora para anticipar la salida de Maduro del poder.
“Ellos no tienen pueblo para sacar al Presidente porque Maduro somos todos y no lo vamos a permitir”, aseguró, mientras posaba frente a otros manifestantes que le tomaban fotos con sus teléfonos móviles.