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Obama condena asesinato de policías en Dallas; afirma que “no tiene justificación posible” y que “se hará Justicia”

Obama–Como un ataque que no tiene justificación posible, atroz, premeditado y despreciable contra la Policía, calificó el presidente Barack Obama el asesinato de cinco uniformados en la ciudad de Dallas, Texas, en momentos en que vigilaban el desarrollo de una manifestación antirracista y de protesta contra los abusos policiales, tras la muerte de 2 afroamericanos en los últimos dos días a manos de oficiales en Louisiana y Minnesota.

El presidente Obama se declaró “horrorizado” por los hechos, pero sentenció: “Se hará justicia”.

Los pronunciamientos los hizo el mandatario estadounidense desde Varsovia, Polonia, donde asiste a la cumbre de la OTAN, donde advirtió que se trata de un “desgarrador recordatorio” del sacrificio que hace la Policía.

“La amplia mayoría de los policías hace su trabajo de forma extraordinaria, protegiéndonos a nosotros y a nuestras comunidades. Lo de hoy es una muestra de su sacrificio”, expresó Obama.

Dijo que el Gobierno federal dará toda la asistencia que Dallas necesite para lidiar con esta tremenda tragedia”, aunque advirtió que se sabía todavía poco de los hechos. “Estamos evaluado los hechos. Sabemos que fue un ataque calculado, atroz y despreciable”, precisó.

“La policía de Dallas estaba de guardia haciendo su trabajo, mantener a salvo durante las protestas pacíficas”, señaló.

Obama dijo que transmitió sus más profundas condolencias a las familias de las víctimas.

También indicó: “Vamos a aprender más, sin lugar a dudas, acerca de sus motivaciones torcidas, pero seamos claros: no hay justificación posible para este tipo de ataques”.

“Cualquier persona involucrada en los asesinatos sin sentido se llevará a cabo plenamente responsable. Se hará justicia”, advirtió

También se refirió al tema del control de armas en Estados Unidos, diciendo que la capacidad de las personas para armarse con armas de gran alcance y hacer el ataque más trágico y mortal.

Obama dijo que “en los próximos días vamos a tener en cuenta esas realidades también. Hoy en día, nuestra atención se centra en las víctimas y sus familias”.

La víspera, tras la muerte de dos afroamericanos a manos de la policía, el presidente Obama sostuvo: “No es un problema negro… Es un problema americano”.

“Hemos visto tragedias como esta demasiadas veces”, dijo el presidente en un hotel en la capital polaca, Varsovia, que visita para participar en una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN. “No es solo un problema negro. No es solo un problema hispano. Es un problema americano, y a todos debería preocuparnos”.

En una declaración de 17 minutos Obama dijo que la evidencia de que los afroamericanos y otras minorías sufren un trato peor que los blancos por parte de las fuerzas del orden y dijo que esto es un problema que debería preocupar a todos los norteamericanos, sea cual sea su etnia o raza.

También defendió que este llamamiento no es contradictorio con el reconocimiento de trabajo difícil de los agentes de la policía. Y admitió que el legado de la discriminación racial en EE UU —persistente desde la fundación del país por terratenientes esclavistas— probablemente no se resolverá durante su vida ni la de sus hijas adolescentes.

“A todos los americanos deberían preocuparnos estos tiroteos, porque no son incidentes aislados. Son sintomáticos de una serie de disparidades raciales más amplias que existen en nuestro sistema de justicia criminal”, expresó Obama.

“Todas las vidas importan”, replicó Obama, “pero los datos muestran que los negros son más vulnerables ante este tipo de incidentes”.

“Les pediría a estas personas”, dijo el presidente a los que equiparan las protestan con la ‘corrección política’, “que se paren un momento y piensen. ¿Y si esto ocurriese a alguien de su familia? ¿Cómo se sentiría?”