Las cancilleres de Panamá, Isabel De Saint Malo, y de Colombia, María Ángela Holguín, se reunieron este martes en Santo Domingo y acordaron una reunión en las “próximas semanas” de los ministros de Comercio para abordar la controversia arancelaria entre ambos países y buscarle una salida “lo antes posible”.

En el marco de los actos oficiales por la toma de posesión de Danilo Medina como presidente reelegido de República Dominicana, De Saint Malo y Holguín hablaron de “temas relevantes en la actual agenda comercial, como la importancia del cumplimiento a la brevedad posible por parte de Colombia del fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC)”, dijo un comunicado de la Cancillería panameña.

Panamá reclama a Colombia que levante el cobro que aplica desde 2012 de un arancel de 10 % y un cargo de 5 dólares por cada contenedor a las reexportaciones de calzados y textiles de la panameña Zona Libre de Colón (ZLC), como indica el fallo de la OMC.

Tras meses de advertencias a Colombia, el Gobierno panameño puso en vigor este martes un decreto que elevó las tasas de importación de productos que generalmente vienen de Colombia, como flores y cemento, y también espera que el Parlamento apruebe una propuesta de ley que establece medidas migratorios y comerciales a los países que discriminen a Panamá.

“Las cancilleres acordaron buscar la celebración de una reunión entre los ministros de comercio de ambos países en las próximas semanas“, dijo el comunicado panameño.

De Saint Malo y Holguín “expresaron su disposición y compromiso para que ambos países puedan seguir colaborando en los demás temas de la agenda bilateral tales como seguridad, lucha contra el narcotráfico e interconexión eléctrica, entre otros“, agregó la fuente oficial.

El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, dijo el pasado 5 de agosto que buscaba con Colombia una reunión a nivel de cancilleres para tratar los temas comercial, tributario y de seguridad, y avanzar hacia un “acuerdo final” en cada uno que se pueda concretar en septiembre próximo.

Sobre el tema migratorio, la canciller panameña confirmó a su colega de Colombia que Panamá mantendrá la frontera común “cerrada a los migrantes irregulares” procedentes del Caribe y de África y Asia, que cruzan ambos países en su ruta para llegar a Estados Unidos.

Panamá mantiene además “el compromiso de seguir tomando todas las medidas sanitarias y de seguridad necesarias para que estos migrantes no representen un riesgo de salud o de seguridad para la población panameña”, añadió el comunicado oficial.

El paso de migrantes irregulares por Centroamérica con destino a Estados Unidos es un fenómeno que ha crecido especialmente en los últimos meses y que ha generado tensiones entre los países de la región.

Las autoridades migratorias panameñas han cifrado en cerca 1.000 los migrantes, en su mayoría caribeños y africanos en tránsito ahora en Panamá, que ha habilitado tres “campamentos humanitarios” en la frontera con Colombia en el marco de la operación “flujos controlados”, con la que permite tránsito de esas personas. Con AFP