El jefe negociador del Gobierno en los diálogos con las Farc, Humberto de la Calle, comentó que si el acuerdo negociado con esa guerrilla es rechazado en el plebiscito del 2 de octubre sería “un desastre nacional”.
“Sería un desastre nacional si permitimos una sola incertidumbre, la ilusión de que podemos negociar en mejores condiciones”, manifestó al intervenir en el foro “Los beneficios de la paz”, en el que participan también el presidente Juan Manuel Santos, el expresidente del Gobierno español Felipe González y varios exmandatarios latinoamericanos.
De la Calle indicó que el acuerdo alcanzado con las Farc ofrece a los colombianos “certidumbre” de que se puede llegar a una solución a 52 años de conflicto armado.
En este sentido señaló que lo firmado el pasado 24 de agosto por el Gobierno y las Farc en La Habana es “el mejor acuerdo posible” pese a “todos los defectos que le atribuyen”.
Por ello, insistió en que “es una ficción” el alegato de algunos opositores de que se puede renegociar un mejor acuerdo si gana el “No”, ya que nadie puede “imaginar que los miembros de las Farc digan después: ‘bueno sí, quiero irme a la cárcel y no quiero ir al Congreso'”.
En caso de que se cumpliera esa hipótesis las Farc podrían reclamar elementos a los que han renunciado como la convocatoria de una Asamblea Constituyente, agregó.
“El camino está servido, es una oportunidad de una paz real que se va a desarrollar en una década, probablemente”, agregó De la Calle.
El jefe del equipo negociador del Gobierno dijo que también “es innegable el progreso en cuanto a la disminución de la violencia” y recordó que desde que comenzó una reducción de la intensidad del conflicto armado, hace casi 14 meses, un efecto de las negociaciones, “el nivel de confrontación militar prácticamente llegó a cero”.
Ante esa situación, dijo que si gana el “No” en el plebiscito sería “un golpe de pesimismo” para los colombianos y quedaría damnificado no solo el equipo negociador sino también el Gobierno y la dirigencia de las Farc.
Asimismo, señaló que esa es también una “discusión sobre el futuro” pues 11 millones de colombianos han ingresado a la clase media en los últimos años, “particularmente en el mundo urbano”.
Eso supondrá un “primer desafío”, el de evitar que se devuelvan y traerá “una cierta carga aspiracional con un riesgo de frustración” que podría germinar en una década.
Por tanto visualizó un escenario en 10 años en el que no habrá una guerrilla en las zonas periféricas, sino “masas no organizadas pero insatisfechas” en los grandes centros, lo que genera “un desafío para el Estado”.
“Estamos montados en una realidad de inequidad”, indicó De la Calle.
Por todo ello, pidió a la clase dirigente que “aproveche la oportunidad” que se abre y evite que se sigan “mezclando política y armas”.
En caso de un triunfo del “No” en el plebiscito, “las Farc van a venir ideológicamente duras”, agregó al recordar que las negociaciones de paz no eran para “convencer sobre las bondades del capitalismo” sino para evitar el uso de las armas en la política.