Estados Unidos anunció el retiro de cerca de un millón de teléfonos inteligentes Galaxy Note 7 de Samsung comprados antes del 15 de setiembre, porque presentan riesgos de explosión, sumándose a otras naciones en tomar tal decisión.
La Comisión de protección de los consumidores (CPSC) formalizó el llamado a retiro, en curso en 10 países, después que se reportaran baterías con fallas que causaron que algunos teléfonos explotaran mientras eran cargados.
La CPSC precisó que en Estados Unidos ha habido 92 reportes de baterías recalentadas, incluidas 26 que causaron quemaduras y 55 daños a la propiedad, como incendios en autos y estacionamientos.
El anuncio afecta cerca de un millón de aparatos de un total de 2,5 millones celulares llamados a ser retirados en todo el mundo, lo que ha puesto bajo una nube negra al gigante surcoreano de electrónicos y mayor vendedor de celulares inteligentes del mundo.
Samsung aconsejó a los consumidores en diez países cambiar sus Galaxy Note 7 por celulares temporales mientras lanza una nueva versión.
Pero muchos usuarios han ignorado la oferta, eligiendo esperar hasta que el nuevo modelo esté disponible y citando la inconveniencia de cambiar de aparatos temporalmente.
Las diferentes regulaciones en los países, así como las reacciones variables de los usuarios, han causado cierto grado de incertidumbre y confusión en los clientes, dificultando los esfuerzos de Samsung de retirarlos teléfonos los más rápido posible.
En un intento por robarle mercado a Apple, el Note 7 fue lanzado antes de tiempo en el mercado estadounidense.
Las autoridades de aviación de Estados Unidos y de Japón han instado a los pasajeros a no prender o cargar el Note 7 durante los vuelos.