Tragedia del Chapecoense: Jugadores de Atlético Nacional tuvieron que hacer colecta para pagar gasolina de avión de Lamia
–No fue la primera ni la única vez que ese avión de Lamia volaba al limite extremo de capacidad en su tanque y de su autonomía de vuelo, según lo denunció el semanario boliviano «Sol de Pando», el cual revela que los integrantes del equipo de fútbol colombiano de Atlético Nacional «realizaron una colecta interna» para la compra de combustible para la misma aeronave en el vuelo de regreso de Asunción, Paraguay, a Medellín, luego de enfrentar a Cerro Porteño por la Copa Suramericana 2016.
El semanario boliviano afirma que al retorno de Asunción, después del partido entre Atlético Nacional y Cerro Porteño, durante una escala en Cobija «el dueño del avión, Ricardo Albacete, en quiebra no quiso pagar el reabastecimento de combustible e hizo escándalo público cuando le cobraron la tasa de aeropuerto».
Por ello, agregó, «los mismos jugadores del equipo colombiano a bordo efectuaron una colecta para recaudar los 3 mil dólares que era el precio de ese combustible adicional», en la terminal aérea de la ciudad de Cobija, norte de Bolivia. Sin embargo, los futbolistas colombianos hasta ahora no han hecho ningún pronunciamiento sobre este hecho.
Además «Sol de Pando» publicó esta fotografía en la cual aparecen jugadores de Atlético Nacional y atrás de ellos, señalado con la flecha roja, el empresario venezolano Ricardo Albacete, el dueño del avión.
El mismo avión en el que viajaron los jugadores colombianos del Atlético Nacional a Paraguay, fue el que el pasado 28 de noviembre se precipitó a tierra con los integrantes del Chapacoense, con un saldo de 71 muertos y seis supervivientes (cuatro brasileños y dos bolivianos).
El medio de comunicación boliviano atribuye la tragedia al descuido y la tacañería del empresario Ricardo Albacete.
Al efecto sostiene que Albacete «presionaba permanentemente a los pilotos bolivianos para volar con el tanque a límite de su capacidad y sin posibilidades de reabastecimiento de combustible, ya que el empresario venezolano, como único dueño oficial del avión, era el responsable de cubrir ese costo y se negaba a pagarlo».
De hecho, el resultado de la investigación preliminar realizada por la Aeronautica Civil Colombiana, revelado este lunes, estableció que la falta de combustible fue la que provocó la catástrofe del avión de LaMia en inmediaciones del aeropuerto de Medellin «José María Córdoba», ubicado en el municipio de Rionegro, departamento de Antioquia.
“Los miembros de la tripulación eran conscientes de la limitación de combustible y de que no era el adecuado que se necesitaba para llegar a Rionegro”, aseguró el coronel retirado Freddy Bonilla, secretario de Seguridad de la Aerocivil colombiana.
Sobre las grabaciones de las conversaciones en cabina, el funcionario explicó que el piloto y la copiloto hablaron varias veces sobre la cantidad de combustible y contemplaron la posibilidad de abastecerse en Leticia, capital del departamento colombiano de Amazonas, o en Bogotá, pero no lo hicieron.
Previamente, el piloto había decidido no abastecerse en la ciudad boliviana de Cobija, lo cual estaba contemplado en el plan de vuelo presentado en Santa Cruz antes del inicio del viaje.
Debido al agotamiento del combustible, gradualmente se fueron apagando los cuatro motores del avión y pese a ello, el piloto no se declaró en emergencia y se limitó a pedir prioridad para aterrizar cuando reportó un apagón eléctrico, precisamente causado por la falta de potencia y ya a segundos de estrellarse a 230 kilómetros por hora contra el Cerro Gordo, en el municipio de La Ceja, Antioquia.
Miguel Alejandro Quiroga Murakami era el piloto boliviano del vuelo CP-2933 de la aerolínea Lamia, pero también era uno de sus dueños, junto a Ricardo Albacete y su socio y colega Marco Rocha Venegas.
«Es muy doloroso que no haya declarado emergencia por problemas personales que tuviera que afrontar después», manifestó Alfredo Bocanegra, el director de Aeronáutica Civil de Colombia.
Precisamente por este hecho, una de las teorías es que Quiroga podría haber temido sanciones económicas y hasta una potencial inhabilitación.
De acuerdo con el informe de la Aerocivil cuando el avión de Lamia pasaba por el centro de Colombia ya venía con el nivel de combustible por debajo del mínimo permitido, algo por lo que habría tenido que pagar una multa de haber aterrizado, por ejemplo, en Bogotá.
El accidente le costó la vida a 71 ocupantes, entre ellos 19 jugadores del Chapecoense, todo el cuerpo técnico, varios dirigentes del club, invitados especiales y periodistas.
Solo sobrevivieron los futbolistas Jackson Follmann, Alan Ruschel y Helio Neto, un periodista y dos miembros de la tripulación boliviana.