En las horas de la noche, cientos de comercientes de Bucaramanga, en Santander, se congregaron al frente de la Alcadía para protestar en contra de la nueva medida de pico y placa que se empezó a implementar el pasado lunes en el centro de la ciudad.
Los manifestantes recorrieron varias calles y generaron obstrucciones por algunos minutos en el funcionamiento del sistema masivo de transporte Metrolínea.
El inconformismo se debe a que no se logró un acuerdo entre funcionarios de la Alcaldía, delegados de Fenalco y empresarios de diferentes sectores para levantar el nuevo esquema de control a la circulación de vehículos en la zona céntrica.
La medida consiste en que en la zona del centro la restricción vehicular será de cinco dígitos diarios y aplicará para los vehículos con placa terminada en número par durante las fechas pares y así mismo para las placas impares, algo que, según los comerciantes, disminuye las ventas de una manera abismal.
De acuerdo con Alejandro Almeyda, director ejecutivo de Fenalco, los gremios y en este caso, el de los comerciantes, vienen presentando pérdidas del 70 por ciento diario en ventas con este tipo de restricción.
Por tal razón, los comercientes han instado a que se cambie o se reduzcan los dígitos o, por el contrario, se mantenga la medida como venía funcionando.
Por su parte, la Dirección de Tránsito de Bucaramanga insiste en que era necesario implementar la restricción de manera más fuerte en la zona centro de la ciudad, ya que las vías no tienen la capacidad necesaria para albergar ese gran flujo vehicular y registran conflictos de movilidad, altos índices de polución ambiental, accidentalidad y ruido constante.