El Congreso Mundial del Móvil (MWC), organizado por el consorcio global de operadores GSMA, abrió oficialmente sus puertas en Barcelona este lunes, marcando el inicio de cuatro jornadas consagradas a la evolución de la tecnología móvil en el mundo.
El evento, una referencia global al igual que el Consumer Electronic Show (CES) de Las Vegas, espera recibir más de 100.000 personas, llegadas para ver las novedades presentadas por unos 2.000 expositores presentes este año.
Operadores móviles, proveedores de tecnología de redes, fabricantes de teléfonos móviles o empresas emergentes provenientes de 200 países intercambiarán pareceres durante cuatro días sobre la veloz evolución que experimenta el sector desde hace años.
El Congreso fue precedido el domingo por la noche por una cena oficial presidida por el rey de España Felipe VI.
Junto a las presentaciones de los últimos modelos de grandes marcas como Huawei y LG, dos gigantes caídos del sector como Nokia y Blackberry intentan volver a la cumbre con el lanzamiento de sus nuevos dispositivos.
Reflejo del papel central jugado por las redes móviles en la transformación digital, el MWC muestra en sus pasillos cada vez más vehículos, drones y otras aplicaciones, al lado de avances más tradicionales, como la tecnología para implementar la nueva generación 5G de conexiones inalámbricas superrápidas.
De hecho, en su discurso inaugural el rey afirmó que “el desarrollo de 5G, la quinta generación de tecnología móvil, anuncia una nueva revolución en nuestras vidas y economías” por los nuevos servicios que hará posibles como los coches sin conductores.
Signo también de la convergencia con los contenidos, muchos protagonistas del sector, como el presidente de Netflix, ofrecerán charlas durante el MWC.
El domingo los fabricantes de móviles, con la excepción de Apple que como es tradición no asiste al evento en Barcelona, presentaron nuevos teléfonos inteligentes, salvo el número uno mundial Samsung, que desvelará su Galaxy S el mes entrante.
El MWC mantendrá abiertas sus puertas hasta el 2 de marzo.
El rey también destacó que la cita anual se daba gracias a “la cooperación y coordinación entre el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Cataluña, el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital y la GSMA”, un comentario que no pasó desapercibido en medio de las tensiones entre el gobierno independentista catalán y Madrid.