En el año anterior, advierte el informe, las tasas fueron de 4.2%, 5.1% y 8.1%, respectivamente y si se excluye el subsector de refinación los crecimientos de la industria son de -2.8%, -2.7% y -2.3%, respectivamente.
«Es el momento de oxigenar la economía, impulsar la demanda y apoyar la empresa privada», señala la agremiación empresarial, la cual destaca que el caso de la actividad manufacturera se mantienen caídas en producción y ventas, los indicadores de demanda como pedidos e inventarios muestran deterioro y el clima de los negocios presenta signos poco favorables.
Otros indicadores también reflejan la baja dinámica registrada en los primeros dos meses del año. El consumo interno registró una contracción de -4.7% en este periodo, afectado principalmente por el impacto de la reforma tributaria, una menor confianza del consumidor y factores climáticos.
La inversión extranjera directa en Colombia también se deterioró en el primer trimestre del año con una caída de -20.1%. Este comportamiento se explica principalmente por la caída (-41.5%) en la IED a sectores distintos a petróleo y minería. Con lo anterior, la seguridad jurídica es uno de los temas críticos, tanto para llevar a cabo los procesos de producción de manera eficiente, como para atraer los flujos de capital del extranjero.
En esta dirección, en la EOIC del mes de febrero le preguntamos a los empresarios sobre este tema y encontramos que el 75.2% de ellos se ha visto afectado por cambios normativos en los últimos dos años, en tanto que el 33.3% de los encuestados afirma haber cancelado o postergado inversiones.
En el informe la ANDI envía un mensaje directo al gobierno nacional diciendo que resulta prioritario adoptar medidas que contribuyan a reactivar la economía y a mantener un clima de confianza para empresarios, inversionistas y consumidores.
Y al efecto, expone, entre otras, las siguientes propuestas:
Reducir rápidamente las tasas de interés de referencia del Banco de la República, que ya bajaron a 6.5% pero siguen altas
Modificar la reglamentación de la tasa de usura reduciendo los plazos que definen su nivel
Garantizar y dar certeza al país que se mantendrán los proyectos de infraestructura
Agilizar los programas de vivienda
Diseñar un mecanismo novedoso de CERT que cumpla los lineamientos de la OMC y que contribuya a fomentar las exportaciones
Contar con claridad sobre la posición del país relacionada con no otorgar a China el carácter de economía de mercado, y
Expedición de una regulación clara y transparente que defina las relaciones con las comunidades.
También señala que resulta crítico evitar la adopción de medidas que vayan en contravía de la inversión, competitividad y confianza del empresariado. Es el caso de los proyectos laborales que se han venido discutiendo y que sin duda contribuyen a reforzar la tendencia desfavorable de la economía y tendrían un fuerte impacto sobre el empleo
Estos son otros indicadores de la encuesta, que la ANDI realiza con ACICAM, ACOPLASTICOS, ANDIGRAF, CAMACOL y la Cámara Colombiana del Libro:
Utilización de la Capacidad Instalada
En febrero de 2017 el indicador de uso de la capacidad instalada se situó en 73.5%, cifra levemente superior a la observada en el mismo mes del año
anterior (73.2%).
Inventarios y Pedidos
Respecto a los indicadores de inventarios y pedidos, encontramos que en el mes de febrero el 78.0% de la producción encuestada califica sus pedidos
como altos o normales, cifra significativamente inferior a la registrada en el mismo mes del año pasado (88.6%). Por su parte, los inventarios son
calificados como altos por el 20.1% de la producción manufacturera.
Clima de Negocios
La situación de la industria manufacturera también se refleja en la percepción de los empresarios sobre el clima de negocios. Es así como el 56.3% de los encuestados considera la situación de su empresa como buena. Este resultado es significativamente inferior al registrado en los últimos años y a la cifra de febrero 2016 (71.3%). Las mejores expectativas, por su parte, son reportadas por el 37.4% de las empresas.
La tercerización debe ser un factor de competitividad e innovación
En un mundo globalizado donde la concepción de cadena de valor ha venido migrando hacia las cadenas globales, las condiciones de producción y empleo
han cambiado sustancialmente. En este nuevo entorno, con los mercados integrados regional y globalmente, donde predominan los conceptos de
productividad y competitividad; se requiere mayor flexibilidad en los modos de producción, en costos, y en el ámbito laboral.
Las nuevas formas de oferta y demanda de bienes y servicios en los mercados domésticos e internacionales han conducido a la especialización de la
producción, apoyada en el desarrollo tecnológico, el uso intensivo de tecnologías de información, la gestión estratégica y en la flexibilidad en el
sistema de producción, la tercerización y el empleo.
La tercerización es uno de estos elementos de la flexibilización y ha sido definida como el proceso por medio del cual se transfieren actividades dentro de la cadena de valor a proveedores seleccionados, los cuales actúan con plena independencia.
A nivel internacional, la tercerización ha venido aumentando y evolucionando. En efecto, de acuerdo con una encuesta realizada por Deloitte en 2016, en los últimos años las empresas han ampliado el alcance de la tercerización e incorpora temas como mayor eficiencia en los procesos, especialización en la actividad principal (“core business”) de los negocios, solución de problemas de capacidad, mejoría en la calidad de los servicios, acceso a capital intelectual, entre otros. Es decir, se ha convertido en parte fundamental de la estrategia de innovación empresarial.
La economía digital también se ha convertido en uno de los focos de los procesos de tercerización. En la encuesta de Deloitte de 2016, el 71% de las
empresas encuestadas señaló que terceriza procesos de tecnología e información e incluso el 31% piensa aumentar este tipo de tercerización. Le
siguen procesos legales, bienes raíces, temas impositivos, entre otros.
Por sectores, encontramos que el mayor nivel de tercerización se da en confecciones (28%), seguido de productos de cuero y calzado (26,9%) y
productos de caucho y plástico (12.8%).
Seguridad Jurídica
Por otro lado, nuevamente incluimos en la EOIC un módulo especial sobre seguridad jurídica. Este es un tema crítico que en la actualidad interesa a todas las empresas del país, por esto, además de encuestar a las empresas industriales, se extendió la muestra a empresas de otros sectores económicos.
Sobre este tema, tratamos de identificar esta problemática desde una perspectiva institucional. Por ello le preguntamos a las empresas han tenido
en los últimos 2 años cambios normativos significativos clasificados por procedencia institucional. De las empresas con algún cambio normativo
significativo, un 86.4% afirmó que éstos han venido desde Decretos y Resoluciones Ministeriales, 67.9% de leyes del congreso, 37.1% de decisiones
de agencias sectoriales, 25.0% provenientes de la Corte Constitucional, y un 22.1% de Jueces Ordinarios.
Al consolidar esta información, se encontró que 75.2% de las empresas ha tenido al menos un cambio significativo por parte de alguna de las
instituciones mencionadas en los dos últimos años.
Una de las razones de este cambio puede verse cuando les pedimos a los empresarios que explicaran cuál fue ese cambio normativo, ya que el 48% de
las empresas mencionaron la reforma tributaria que entró en vigencia en este año. Luego, están los decretos particulares de los sectores con 24%, el estatuto aduanero con 18%, las normas de seguridad y salud en el trabajo con 17% y las sentencias laborales de la Corte Constitucional con 12%.
Por último, el 47.2% de los encuestados asegura que existen vacíos en regulación en su sector que impiden el desarrollo de nuevos negocios en su
sector.
