Un niño de 11 años de Pensilvania, Estados Unidos, ha asesinado a la compañera sentimental de su padre, que estaba embarazada de 8 meses, a causa de los celos que sentía de su futuro hermanito, según ha informado la policía y los familiares de la víctima. La mujer, Kenzie Houk, tenía 26 años y estaba previsto que diera a luz en las próximas 2 semanas.
De acuerdo con la familia, el chico, Jordan Anthony Brown, disparó a Houk cuando ésta se encontraba en su cama el pasado viernes a primera hora de la mañana. El pequeño utilizó su propia pistola, de un modelo infantil, y a continuación tomó como cada día el autobús para ir escuela acompañando a la hija de la mujer asesinada, de 8 años. El padre, identificado como Chris Brown, estaba trabajando.
“Es trágico. Estaban a punto de casarse. El chico estaba celoso”, ha explicado al ‘New York Daily News’ un familiar que ha preferido guardar su anonimato. “Chris estaba dedicando mucha atención a Kenzie y al futuro bebe, y el niño se sentía muy mal”.
La familia vivía en una granja situada en un pueblo llamado Wampum. La policía del condado ha informado de que el niño será procesado por homicidio, tanto de la madre, como del feto. En Pensilvania no existe una edad mínima para que un niño pueda ser juzgado como un adulto.
La noticia llega sólo un día después de que un niño de Arizona de 9 años se declarara culpable de haber asesinado a su padre y a un amigo de este. La edad mínima para que una persona sea juzgada como un adulto varía de estado a estado, y suele ser el juez quien tiene la última palabra para decidir si debe proceder a un juicio ordinario.
La coincidencia de ambas trágicas noticias en el tiempo ha reabierto el debate en el país sobre el uso de las armas, así como el de aumentar la edad mínima con la que un menor puede ser juzgado como si fuera un adulto.
Comments are closed.