ESPACIO DE LA EDUCACIÓN PAR LA VIDA EN FAMILIA
En nuestro diplomado en educación para la vida en familia es necesario aclarar un noticia equivocada que se ha divulgado en torno a la decisión acertada que tomó la H. Corte Constitucional sobre una demanda con la que se pretendía que el divorcio lo pueda pedir una de las partes sin más causal que lo que llaman se me acabó el amor, no quiero más vivir contigo o con Ud. dada la mala relación en la pareja.
Lo que en Colombia se llama matrimonio es el contrato ceremonia. Error no reconocer también el matrimonio consensual, mal llamado Unión Marital de Hecho. De este matrimonio no se predica divorcio. Es urgente reglamentar el matrimonio consensual, El matrimonio contrato no se puede disolver por repudiación o unilateralmente. Debe existir una causa. La más cercana a la petición unilateral es la separación de hecho que dure por lo menos 2 años. En las noticias informan que el culpable no puede demandar el divorcio. No es cierto. Lo que el culpable no puede es invocar su propia falta para divorciarse pero puede demandar el divorcio por separación de 2 años o por culpa de su pareja. Por ejemplo: si ambos se maltratan puede pedirse el divorcio por los maltratos del otro, pero no por los maltratos del demandante. Y puede haber demanda de reconvención para que se declare un culpable. A los jueces no les agrada que se insista en la declaración de culpabilidad, pero en casos graves es necesario insistir para poder pedir alimentos si se llegaren a necesitar.
El espíritu del derecho de familia, y más claro LA FAMILIA, ha sido cambiado por la jurisprudencia y por la actitud de las personas en esta época. El compromiso, la responsabilidad, el ánimo de formar una empresa familiar a largo plazo se han mermado y hoy tiene más importante la familia o los hijos como negocio, que la familia como hogar en el que se pueda fomentar el amor y la felicidad de la pareja y de los hijos.
Cultivemos la paz, el amor y la concordia en nuestras familias, en nuestra sociedad y en Colombia para tener personas que rindan honor a su cultura de bondad para solucionar con prudencia sus conflictos.