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Este lunes, el alto comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, asistió en Morelia, Caquetá, junto con el presidente, Juan Manuel Santos, y otros funcionarios del gobierno, al lanzamiento oficial de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), que son considerados como herramientas claves para el desarrollo del acuerdo de paz en las zonas rurales del país.

Luego del lanzamiento, Jaramillo entregó la declaración y luego salió de la zona. Aclaró que el alcance de su invitación es para los guerrilleros que ingresaron a las Zonas Veredales Transitorias y que posteriormente, huyeron de las mismas.

Con esto se incluye que la vigencia de las zonas, que son los lugares para realizar el tránsito de reincorporación a la vida civil, expirarán el próximo martes 1 de agosto, por lo que aquellos que quieran acogerse a la Justicia Especial de Paz y a los beneficios del acuerdo entre gobierno y farc, tendrán que regresar a estas zonas antes de ese día.

Y agregó que de cualquier manera, tendrán que presentarse ante la justicia. Porque de haber cometido eventuales delitos después de salier de las zonas, no podrán acogerse a la JEP.

Jaramillo también hizo énfasis en que esa posibilidad no incluye a los disidentes del Frente Primero de las Farc, porque nunca iniciaron como era debido el proceso de reincorporación.

Y agregó que ese y los casos parecidos se atenderán solamente por la justicia ordinaria y atendidos por los organismos de seguridad del país.

En el lanzamiento, también se hizo referencia al tema de la paz, con el argumento de que las políticas públicas implementadas en el departamento del Caquetá son garantía para la construcción de la paz.

“Creemos y seguiremos creyendo en la paz porque el empoderamiento que hemos tenido significa bienestar, desarrollo social, cultural, familiar y económico”, expresó Jenny Chilatra, líder de la plataforma de mujeres.

“La reconciliación es creer y confiar en el otro. El sello de un futuro en paz serán las mujeres y el sector rural”, puntualizó.

Para Edison Sierra, antiguo campesino cocalero quien firmó con el Gobierno un acuerdo para sustituir sus cultivos por siembras lícitas, “el paso que dimos es un aporte al proceso de paz y más en nuestro campo. Es una forma de cambiar nuestra forma de vida”.

“En estos momentos queremos cambiar pero queremos un cambio transparente con el Estado hacia el campo. Desde los campos debemos cambiar esta forma de vida y esta actividad que tenemos”, puntualizó.